Ocho años después de que se aprobara la Directiva europea 2001/18/CE sobre la comercialización y regulación de los ensayos cono organismos modificados genéticamente, Francia ha sido multada por la Unión Europea (UE) a pagar 10 millones de euros al no haber traspuesto la directiva comunitaria pese a que en 2004 el Tribunal de Justicia obligaba a la república a trasponer el texto.

Texto íntegro oficial multa a Francia

Tras la aprobación comunitaria, las hectáreas de cultivos modificados genéticamente fueron creciendo en Francia hasta situarse como el segundo país europeo en cultivos biotecnológicos. Pero fue al comienzo de 2008 cuando el Gobierno de Sarkozy prohibió la siembra en contra de la normativa europea y de los informes científicos que aseguraban la seguridad de estos cultivos.

Revocando la moratoria francesa, la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de los Alimentos (AFSSA) afirma que el cultivo de maíz transgénico no alberga peligro alguno. Además, concretó que el informe presentado por Francia para sustentar su decisión “no aporta ningún elemento novedoso que ponga en duda la seguridad sanitaria”.

La UE desacreditaba así la “precaución” francesa de prohibir el cultivo de maíz transgénico. Paradójicamente Francia fue el primer país europeo que dio su aprobación al cultivo del maíz MON810 en la evaluación inicial, que permitió la aprobación para el cultivo de esta modificación genética en la UE en mayo de 1998.

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