Kenia se encuentra en medio de las peores sequías que ha sufrido la región de África Oriental en cuatro décadas. La falta grave de agua se debe a que han encadenado cuatro temporadas de lluvias en las que prácticamente no ha caído ni una gota. Estas condiciones extremas conducen a una reducción de la producción de cultivos y vaticinan una posible hambruna.

Una de las soluciones a esta crítica situación es la adopción de cultivos modificados genéticamente (MG) resistentes a las sequías y a los ataques de plagas. Sin embargo, el país mantenía una prohibición de estas tecnologías. La crítica situación ha hecho que el Gobierno reconociera la necesidad de apostar por los cultivos MG para garantizar la seguridad alimentaria y proteger el medio ambiente y que levantara la prohibición de estos cultivos.

“El cambio climático, la severidad de la sequía y la aparición de nuevas plagas como el gusano cogollero y el taladro del maíz, y enfermedades como la necrosis letal del maíz, representan una amenaza real para los alimentos, la alimentación animal y la seguridad nutricional”, explicaba Eliud Kireger, director general de la Organización de Investigación Agrícola y Ganadera de Kenia. Recordaba también que con la gran necesidad de abordar la seguridad alimentaria y otros desafíos, es fundamental que los agricultores estén convencidos de adoptar tecnologías beneficiosas como los cultivos transgénicos.

Eva Wanjiru, agricultora keniana, afirmaba que no entendía el porqué nos sentimos cómodos tomando insulina modificada genéticamente pero no podemos tomar alimentos MG debido a efectos imaginarios. Afirmaba que los argumentos en contra de esta tecnología son infundados y que es un paso importantísimo que se haya levantado la prohibición en Kenia

Más información en BBC News.

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