El pasado 23 de febrero se celebró el webinar final del grupo operativo MICROCLIMATT. En el evento, que contó con la participación de más de 150 profesionales del sector agroalimentario, se dieron a conocer los resultados y las conclusiones de este proyecto innovador. Hoy en día el cambio climático se plantea como uno de los principales retos para la agricultura y la alimentación. Y es que sus consecuencias alteran el frágil equilibrio en el que se desarrollan muchos cultivos.
El riesgo es mayor en países del Mediterráneo, siendo España una de las regiones donde un 75% de su superficie ya sufre algún grado de desertificación. El estrés térmico y la escasez de agua causan estrés abiótico en las plantas, que generan una respuesta fisiológica. Ésta les permite protegerse de esta situación a la vez que reduce el rendimiento de los cultivos, afectando a producción de alimentos. A este problema se le suma la infertilidad del suelo como consecuencia de la aplicación de insumos agrícolas químicos, lo que afecta negativamente a la producción agrícola.
Por ello, se pretende emplear alternativas innovadoras como los bioestimulantes. Los bioestimulantes son productos que actúan sobre la fisiología de la planta de diferentes formas, mejorando el vigor, el rendimiento de los cultivos y calidad de los frutos. Las microalgas son una excelente alternativa para la producción de bioestimulantes, además de por sus numerosas propiedades nutricionales, fijan grandes cantidades de CO2 contribuyendo a combatir el cambio climático.
MICROCLIMATT
GO MICROCLIMATT persigue probar la eficacia de bioestimulantes de microalgas, a través de ensayos demostrativos (fenotípicos, fisiológicos y transcriptómicos), en la lucha contra los efectos del cambio climático en trigo y tomate. Para ello se han evaluado el aumento de la fijación de carbono en los suelos y la biomasa vegetal y en la resistencia de los cultivos a situaciones de estrés hídrico.
Los resultados del proyecto muestran beneficios de la aplicación de bioestimulantes en ambos cultivos. Reflejan que los bioestimulantes de microalgas activan diferentes mecanismos de mejora en la planta, especialmente en condiciones climáticamente desfavorables, verificando la efectividad de estos innovadores insumos en la productividad de la cosecha. Además, el proyecto ha permitido contribuir en la ampliación del conocimiento sobre cómo actúan estos sobre las plantas, desde el gen hasta la cosecha.
El proyecto ha conseguido producir dos bioestimulantes óptimos a base de microalgas y la caracterización de sus efectos en cultivos de trigo y tomate. Estos resultados permiten corroborar la utilidad de los bioestimulantes derivados de microalgas como una alternativa prometedora para una agricultura productiva y sostenible.