La ya Dra. Mercedes Teruel Moreno defendió ayer, en las instalaciones de la Universidad San Pablo CEU, su tesis ‘Efectos económicos del desarrollo de alimentos y cultivos modificados genéticamente a la luz de la experiencia internacional y española’, un completo trabajo en el que quedan evidenciadas la existencia de ventajas económicas derivadas de la apuesta por los cultivos transgénicos.

El trabajo realizado por Mercedes Teruel Moreno,  dirigido por el economista Dr. Gonzalo Sanz-Magallón, analiza la repercusión económica de los cultivos transgénicos a la luz de la experiencia internacional y española, centrándose en el cultivo del maíz transgénico Bt.

Desde el prisma internacional la investigación demuestra cómo la siembra de maíz Bt ofrece beneficios extras al agricultor. Si hablamos de producciones pequeñas los beneficios directos serán para los agricultores y el sector industrial, mientras que si hablamos de producciones a gran escala en una economía grande también se beneficiarán los consumidores.

En cuanto a la sensibilidad del cultivo ante las plagas, la investigación evidencia cómo a mayor intensidad de plagas el cultivo transgénico ofrece una mayor protección ante las mismas, logrando así una reducción de las pérdidas y un aumento significativo de los rendimientos.

Tomando como referencia la experiencia española, el estudio y las encuestas realizadas demuestran cómo los agricultores cuyas zonas son muy sensibles al ataque de plagas y apuestan por los cultivos transgénicos obtienen mayores beneficios pese a que el precio de estas semillas sea mayor que el de las convencionales.

El 83,1 % de los agricultores encuestados están satisfechos con el cultivo del maíz Bt y el 16,9% están muy satisfechos. Por su parte, los agricultores que no apuestan por estos cultivos esgrimieron como razones el tener una sensibilidad media-baja a la plaga del taladro, el desconocimiento de dicho tipo de maíz, y el contar con una explotación de dimensiones muy reducidas.

El trabajo concluye que el cultivo de transgénicos tiene importantes ventajas económicas para los países que apuestan por ellos. Los efectos económicos en Europa son dispares a consecuencia de las posturas divergentes de los políticos que no permiten una apuesta clara y libre por esta tecnología. En esta línea, señala que la prohibición o rechazo que muchas veces surge en Europa hacia esta tecnología tiene consecuencias negativas al restringir la mejora de la productividad agrícola.

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