Con motivo de la Semana Europea de la Biotecnología 2019, la Fundación Antama celebró el 24 de septiembre de 2019 en Madrid el encuentro ‘CRISPR para todos los públicos: divulgando biotecnología en Internet’, un evento en el que expertos abordaron los retos y las oportunidades de la comunicación científica a través de las redes sociales. El evento contó con la participación de Lluis Montoliu, científico del CNB-CSIC y experto en las herramientas CRISPR, y de los biotecnólogos Daniel García (SoyBiotec) y Aitor Gálvez (Bioemprender), divulgadores científicos de referencia en el mundo de la biotecnología. Todos ellos destacaron el valor de la divulgación científica en un momento en el que cualquiera puede difundir contenidos a través de internet, sea o no verídico.

Las redes sociales han impulsado la difusión de las fake news, uno de los grandes retos a los que se enfrentan los divulgadores científicos. “En internet todo el mundo puede contar lo que quiera, sea cierto o no, por eso es muy importante que los divulgadores creemos una comunidad de científicos para validar la información correcta”, explicó Daniel García, quien reconoció que muchas veces por desmontar determinados mitos se está dando eco a afirmaciones que no deberían estar presente en las redes ni en los medios.

Aitor Gálvez reconoció que las fake news tienen muy buen márketing y llamó la atención sobre la desinformación, algo que afirmó no sólo estar en la sociedad general, sino que también está presente en la comunidad científica, que desconoce en muchas ocasiones determinadas áreas de investigación y pueden verse afectados por las informaciones falsas. “Debería ser obligatorio que cada científico divulgase el trabajo que hace en el laboratorio. Con esa información la gente valoraría mejor los beneficios de las innovaciones y no creería que solo son desarrollos que benefician económicamente a las empresas”, reconoció.

“Las redes sociales tienen un gran potencial para comunicar y formar tanto a las personas interesadas en ciencia como a las no interesadas”, reconoció Daniel García, quien resaltó que pese a su potencial determinadas redes sociales no permiten hacer una comunicación completa. Destacó de Twitter la inmediatez y la interacción, pero criticó que es una plataforma que no permite abordar los temas en profundidad, algo que sí se puede hacer con un canal de Youtube.

TECNOLOGÍAS CRISPR

Todos los ponentes coincidieron en que la divulgación es un pilar clave de la ciencia, un elemento aún más clave en países como los europeos donde el ciudadano es desconfiado por naturaleza. Lluis Montoliu afirmó que en Europa existe una desconfianza generalizada en las autoridades y en los avances en determinadas áreas. “Tendemos a dudar de las mejoras y de las innovaciones para refugiarnos en lo que conocemos ya, que calificamos de ‘natural'”, afirmó, aunque también matizó que hay excepciones, que si la innovación cura una enfermedad la gente no duda en aceptarla, pero si se trata del ámbito alimentario es diferente.

Una de las últimas revoluciones tecnológicas han sido las tecnologías CRISPR, herramientas de edición genética que nada tienen que ver con la transgénesis. “Con CRISPR no estamos creando nuevas variedades, sino aprovechando las existentes en la naturaleza para poder editar directamente un gen concreto y obtener variedades con las características que deseamos”, explicó Lluis Montoliu. “Nos vamos a comer primero el resultado de las herramientas #CRISPR que administrárnoslo a través de la sangre. Pero en algún momento lo vamos a usar de forma sistemática para tratar enfermedades”.

En esta línea Lluis Montoliu resaltó el valor de la transparencia y el de no rehuir los problemas cuando aparecen, porque si no es difícil conseguir la confianza del ciudadano. “Estamos viviendo una revolución tecnológica fascinante, con herramientas como CRISPR y no podemos permitirnos perder el tren”. En esta línea, Aitor Gálvez afirmó que “cuesta hablar de la innovación en el sector de la alimentación porque falta percepción de la necesidad de alimentos que tendremos en el futuro. Por eso hay que fomentar el conocimiento y comunicar estos conceptos abiertamente”.

Sobre alimentación y transgénicos, Daniel García afirmó que “en España poca gente pasa hambre” y que por eso no se valoran los beneficios de los transgénicos, pero que “los países en desarrollo los valoran porque aportan soluciones a las necesidades alimentarias”. Y recordó que “al final son las personas de la calle las que deciden hacia dónde van las investigaciones científicas”, por lo que la divulgación es aún más importante.

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