Los ganadores del Premio Nobel de Química en 2018, Frances Arnold (Estados Unidos) y Gregory Winter (Reino Unido), han rechazado las preocupaciones excesivas que existen en la sociedad sobre los alimentos modificados genéticamente (MG), situación que está impidiendo que la sociedad se beneficie de esta tecnología.

“Hemos estado modificando el mundo biológico a nivel de ADN durante miles de años”, explica Arnold, que matiza afirmando que “de alguna manera, existe este nuevo temor a lo que ya hemos estado haciendo y ese miedo ha limitado nuestra capacidad de brindar soluciones reales”.

Arnold resalta que los cultivos transgénicos podrían hacer que la producción de alimentos sea más sostenible desde el punto de vista ambiental y ayudar a alimentar a la creciente población mundial. Por su parte, Winter afirma que las regulaciones actuales sobre los cultivos transgénicos deben “aflojarse”.

Los Premios Nobel hicieron estas declaraciones el pasado lunes, 10 de diciembre de 2018, durante la presentación del premio. Arnold y Winter recibieron el Premio Nobel de Química este año, junto con el científico estadounidense George Smith, por su trabajo en aprovechar la evolución para producir nuevas enzimas y anticuerpos. Su trabajo condujo al desarrollo de nuevos combustibles y productos farmacéuticos haciendo uso de los procesos evolutivos de la naturaleza, lo que llevó a avances médicos y ambientales.

CARTA CONJUNTA PREMIOS NOBEL

Ésta no es la primera vez que Premios Nobel defienden públicamente el valor de la biotecnología agroalimentaria. En junio de 2016 se lanzó una carta conjunta firmada por más de 130 Premios Nobel (a día de hoy ya está firmada por más de 140) en el que se pedía que se dejara de bloquear la introducción del arroz dorado, una variedad biotecnológica que podría reducir la deficiencia de Vitamina A, carencia que causa ceguera y la muerte de 2 millones de niños al año en las regiones más pobres del mundo.

La carta insta a Greenpeace y también a sus seguidores a “conocer la experiencia real de los agricultores y los consumidores de todo el mundo con los cultivos y alimentos transgénicos”, también animan a los verdes a “aceptar las conclusiones (de las evaluaciones de riesgo) de los organismos científicos competentes y a abandonar su campaña contra los OMGs, y contra el arroz dorado en particular”.

[FUENTE: Central Maine + The Guardian]

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