Científicos estadounidenses de la Universidad de Cornell han publicado un estudio en la revista The Plant Genome en el que se demuestra que los tomates modificados genéticamente con maduración tardía no ofrecen diferencias metabólicas significativas respecto a los tomates convencionales. El perfil bioquímico de ambas variedades es equivalente, sólo se diferencian en aquellas moléculas relativas a la modificación realizada.
El equipo de científicos, dirigido por el profesor Owen Hoekeng, extrajo alrededor de 1.000 moléculas con funciones bioquímicas relacionadas con la maduración retardada de los tomates modificados genéticamente. Después se comparó su perfil metabólico con variedades convencionales, evidenciando que no existen diferencias significativas excepto aquellas moléculas implicadas en la maduración de la fruta.
Según recoge ChileBio, el informe analiza la preocupación de los consumidores sobre los efectos secundarios que pudiera tener la modificación genética de alimentos, efectos sobre los que la ciencia estudia y que con estudios como éste demuestra que no tienen fundamento real con base científica. Las variedades de tomate transgénico estudiadas actualmente no se comercializan en ninguna parte del mundo.