El pasado viernes tuvo lugar en Sevilla la jornada “La agricultura, esperanza de la humanidad”, día de trabajo en el que se analizaron los retos a los que se enfrenta la agricultura española y europea a día de hoy y en el que se ensalzó el papel de los cultivos modificados genéticamente como una herramienta clave para hacer frente a los retos alimentarios presentes y futuros.

La jornada, convocada por UNICEF y el Instituto de Cuestiones Agrarias y Medioambientales (ICAM), contó con las ponencias magistrales de Jaime Lamo de Espinosa (ex ministro de Agricultura y presidente de la FAO en España), Ramón Tamames Gómez (Catedrático Jean Monet de Estructura Económica de la Universidad Autónoma de Madrid), Luis López Catalán (Director General de UNICEF Andalucía), y Soledad de Juan (Directora de la Fundación Antama).

Soledad de Juan presentó la situación mundial de los cultivos transgénicos y resaltó el papel líder español en el marco europeo pese a las restricciones políticas. “En la Unión Europea estamos frenando a los cultivos transgénicos por motivos no científicos, obligando a los agricultores a limitar sus producciones y a no ser competitivos”, afirmó. En esta línea quiso subrayar que “los transgénicos son total y absolutamente seguros, y es indignante que determinados grupos ecologistas nieguen esta evidencia”.

La Directora de la Fundación Antama quiso denunciar también la injusticia que supone para los agricultores europeos el no poder cultivar determinadas semillas transgénicas cuya producción sí puede ser importada y consumida dentro de las fronteras europeas. “En la Unión Europea nos estamos quedando completamente aislados en el desarrollo de la Biotecnología”, recalcó.

Por su parte, Jaime Lamo de Espinosa llamó la atención sobre la limitación de las hectáreas de cultivo y de los recursos necesarios para esta actividad como es el agua. El catedrático quiso remarcar la necesidad de una mayor apuesta de la biotecnología ya que “luchar contra ella es un puro disparate, es luchar contra la ciencia”, y es que “no hay ninguna razón de temor hacia los transgénicos” que justifique la oposición.

En esta línea quiso dejar clara la necesidad mundial de incrementar la producción agrícola para poder hacer frente a los retos alimentarios. “El desequilibrio entre demanda y oferta mundial no para de crecer, y la Unión Europea sigue siendo deficitaria de alimentos”, recordó.

Ramón Tamames apostó por un cambio de rumbo de la política agrícola para que se apueste por recursos crecientes clave como la Biotecnología.  “Hay una potente industria alimentaria con potente proyección internacional”, afirmó, una industria que necesita de todas las herramientas posibles para crecer.

Durante la jornada se realizó un acto de distinción de honor a Jaime Lamo Espinosa en reconocimiento a su trayectoria.

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