La revista Nature Biotechnology ha publicado en su último número una encuesta en la que se analiza la experiencia de los agricultores españoles tras diez años de cultivos continuados de maíz Bt resistente a la plaga del taladro. La encuesta, que abarcó a más de 270 agricultores con cultivos convencionales y modificados genéticamente, refleja cómo los campos de maíz Bt obtienen unos rendimientos superiores a los de los convencionales, así como un ahorro económico destacado en uso de insecticidas.
A día de hoy, el maíz Bt es la única planta modificada genéticamente aprobada para su cultivo en la Unión Europea, y las mayores cantidades de esta semilla se cultivan en España, donde representa un 17% de la producción nacional (alrededor de 75000 hectáreas).
Para analizar estos diez años de experiencia, Nature Biotecnology encuestó, en colaboración con la Universidad de Córdoba, a 195 agricultores que cultivan maíz Bt y a 184 que cultivan maíz convencional. Éstos fueron seleccionados de entre las tres principales zonas de cultivo de maíz en España: Zaragoza en Aragón, Lérida en Cataluña, y Albacete en Castilla-La Mancha.
A los encuestados se les pidió proporcionar información relativa al periodo comprendido entre 2002 y 2004 sobre los rendimientos de sus cultivos, costos de las semillas, precios del maíz obtenido y usos, así como los costos de insecticidas. En el estudio fueron tenidos en cuenta también los perfiles socioeconómicos de los agricultores para maximizar las causas de las variaciones en el rendimiento de los cultivos.
La encuesta concluye que el rendimiento de los cultivos modificados genéticamente son más elevados que el de los convencionales, lo que justifica el aumento de cultivos con maíz Bt producidos en los últimos años. En 2003 sólo dos variedades de este tipo de maíz se comercializaban en España y, sin embargo, en 2006 hubo más de cuarenta. Sólo en Aragón, los agricultores han obtenido en una campaña hasta 122 euros por hectárea más que los cultivos convencionales.
En la encuesta también se les preguntó las razones por las que confiaban y apostaban por los cultivos de semillas modificadas genéticamente, entre las que expusieron la reducción en las pérdidas de semillas dañadas por el taladro, un mayor rendimiento y una mejor calidad de la cosecha.
Además, el estudio reflejó cómo el uso de variedades Bt reduce el daño a las plantas, reduce el ataque de hongos después de la cosecha y la consiguiente reducción de la contaminación medioambiental por micotoxinas.
La razón más común dada por los agricultores convencionales para no cambiar al maíz Bt fue únicamente que eran reacios a cambiar.
NATURE BIOTECHNOLOGY http://npg.nature.com/nbt/journal/v26/n4/suppinfo/nbt0408-384_S1.html