Un equipo de investigadores estadounidenses ha publicado un estudio sobre los beneficios del cultivo de maíz transgénico en los últimos 14 años en cinco estados. El informe, que también ha analizado la repercusión de estos cultivos sobre los convencionales, ha demostrado que el cultivo de maíz transgénico además de tener beneficios para los agricultores que apuestan por estas semillas también los tienen para los que no lo hacen pero cultivan próximos a los primeros.

El estudio, liderado por Bill Hutchison de la Universidad de Minnesota, evidencia que los beneficios del cultivo del maíz BT en los últimos 14 años ha sido de 3,2 billones de dólares. De éstos, 2,4 billones fueron beneficios extras para agricultores que no habían apostado por semillas modificadas genéticamente.

Esto se debe a que el cultivo de maíz Bt ayuda al control de la plaga del taladro, control que ayuda a las producciones colindantes que se ven más protegidas. Actualmente las variedades Bt ocupan dos tercios del total de maíz sembrado en Estados Unidos.

La regulación requiere que los agricultores que siembren semillas transgénicas también siembren convencionales para evitar cualquier tipo de resistencia. Según la normativa de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos las plantaciones que usen semillas transgénicas deberán sembrar al menos un 20% con semillas convencionales.

El informe resalta que los beneficios dependen directamente de las características de cada cultivo y de las plagas presentes en la zona que afecten a dicha plantación. El informe, del que se hace eco BBC, es uno de los más completos realizados en los últimos años al tener en cuenta los efectos de los cultivos transgénicos en otros cultivos no modificados genéticamente.

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