Desde que el pasado mes de agosto el Gobierno escocés adoptara la polémica decisión de prohibir los cultivos transgénicos en sus fronteras, las reacciones de rechazo a esta medida sin justificación científica no han dejado de surgir. El último órgano en pronunciarse ha sido la Royal Society of Edinburgh que ha pedido un “debate racional” sobre esta medida para dejar de lado lo que han calificado de “debate emotivo” que se está llevando hasta ahora. La organización ha recordado que, como reconoció hace unos días la propia Ministra Principal de Escocia, no existen evidencias científicas que justifiquen esta medida.
La Royal Society of Edinburgh destaca la importancia de asesoramiento científico de expertos a la hora de que los ministros del gobierno escocés y funcionarios públicos consideren temas tan importantes y vinculados a la ciencia como son los organismos modificados genéticamente. Recordemos que el puesto de Asesor Científico del Gobierno escocés lleva vacante desde el pasado año, sin que esta decisión sobre el cultivo de transgénicos pudiera tener ningún asesoramiento técnico.
La Royal Society de Edinburgh fue uno de los casi 30 organismos científicos que rechazaron en una carta conjunta esta decisión cuando fue adoptada. Las organizaciones expresaron públicamente que con esta medida el Gobierno ha comenzado a crear una marca “anti-ciencia” imponiendo una prohibición sin asesoramiento técnico alguno y sin ninguna consulta pública. Las organizaciones alertaban sobre el envejecimiento de la agricultura y el riesgo de limitar la investigación escocesa con medidas como ésta.
También se critica que medidas como esta, sin base científica, impulsen las percepciones negativas de la sociedad en torno a los organismos modificados genéticamente y de las tecnologías asociadas.
[FUENTE: BBC]