Joan Serra, técnico del Instituto de Investigación de la Generalitat de Cataluña (IRTA), ha analizado para la Fundación Antama la realidad de la biotecnología agraria. El investigador aborda temas como la seguridad, la coexistencia, los beneficios o la productividad, todo ello en base a los resultados de estudios realizados por el IRTA con maíz modificado genéticamente. En la entrevista, Joan Serra destaca que en 15 años de cultivo continuado de maíz Bt en España “no se ha observado ninguna problemática que pueda poner en cuestión su seguridad”.
¿Es la mejora vegetal un invento de la biotecnología?
El hombre ha mejorado desde la antigüedad distintas especies vegetales con el objetivo de facilitar su uso agrícola. Este proceso de selección continuado, que ha contribuido a un aumento de los rendimientos y las calidades de los cultivos, ha dado grandes beneficios para la humanidad. De alguna forma la mejora vegetal siempre ha utilizado técnicas del ámbito de la biotecnología, aunque inicialmente sin una base científica.
El aumento del conocimiento científico ha hecho posible grandes avances en la mejora vegetal. La biotecnología moderna nos proporciona numerosas herramientas que nos pueden permitir la obtención de mejoras que hasta hace pocos años eran impensables: plantas resistentes a plagas, enfermedades o estreses abióticos, mejoras en la calidad de las cosechas, etc.
¿Son las plantas modificadas genéticamente seguras?
Las plantas modificadas genéticamente pueden presentar diversas modificaciones genéticas, que se expresan en características a veces distintas (resistencia a insectos, tolerancia a herbicidas, etc.), con efectos sobre las personas y el medio ambiente que no necesariamente son los mismos en todos los casos. Así, hay que analizar los aspectos relacionados con su seguridad (alimentaria, bioseguridad, etc.) de forma individualizada para cada modificación genética.
Los cultivos transgénicos autorizados en Europa, bien sea para su comercio y/o cultivo, han sido evaluados positivamente por distintos organismos, entre ellos por ejemplo la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), y en consecuencia deben considerarse como seguros. El único cultivo MG sembrado actualmente en España es el maíz MON810, que está autorizado desde el año 1998. En estas quince campañas no se ha observado ninguna problemática que pueda poner en cuestión su seguridad. Eso sí, la seguridad total no existe en ningún proceso, producto, etc. y consecuentemente tampoco en los materiales MG.
¿Qué beneficios ambientales tiene el maíz Bt?
Los maíces que incorporan la modificación MON810 (conocidos como Bt) incorporan una resistencia total a los taladros Sesamia nonagrioides y Ostrinia nubilalis, que son dos de las principales plagas que afectan a este cultivo. Aunque en muchas parcelas no era habitual el control de estos lepidópteros, éste se realizaba con tratamientos insecticidas específicos, que en el caso de las variedades que incorporan este evento no son necesarios.
El uso de esta tecnología permite también aumentar la eficiencia del uso de determinados recursos y materias primeras (agua, fertilizantes, etc.) que son escasos o representan un coste importante para el agricultor. Es decir, por ejemplo con un mismo consumo de agua o uso de fertilizantes podemos obtener rendimientos más elevados en las variedades MG, pues no se ven afectadas por los ataques de los taladros.
¿Qué beneficios productivos tiene el maíz Bt?
Los incrementos más importantes de rendimiento se observan en aquellas zonas donde se producen los ataques más severos de los taladros del maíz, donde las producciones de las variedades Bt pueden superar en un 10 – 15 % a las convencionales. Por el contrario, en las zonas donde no hay ataque, su productividad es como mínimo similar a los híbridos convencionales.
El uso mayoritario y continuado de esta tecnología puede producir una disminución de las poblaciones de los taladros en una determinada zona. En estos casos los rendimientos de las variedades convencionales también pueden verse beneficiados, al disminuir la presión de la plaga. No nos podemos olvidar de otros efectos beneficiosos que pueden contribuir a aumentar la producción o su calidad: una mayor resistencia a la rotura de las plantas, un menor contenido en fumonisinas, etc.
¿Qué distancia entre cultivos es necesaria para evitar la polinización cruzada?
La polinización cruzada es una de las principales causas de la presencia accidental de maíz MG en uno de convencional o ecológico. Existen algunas prácticas culturales sencillas que nos pueden ayudar a evitar o minimizar este problema. Entre éstas las que tienen una mayor eficacia son las que conducen a evitar la coincidencia entre la floración del campo donador y el receptor (una separación en la floración superior a 10 días suele ser suficiente).
Cuando esto no es posible una adecuada separación entre los campos también es una medida efectiva. Los resultados de nuestros ensayos nos muestran que distancias superiores a 20 m permiten obtener unos contenidos en OGMs inferiores al 0,9 %, que es el umbral a partir del cual una partida de maíz debe etiquetarse como MG.