La manzana es, sin duda, la fruta más popular del mundo. También está profundamente entrelazada con la historia humana. Las grandes frutas rojas se representaron en el arte clásico, lo que demuestra que las manzanas se han domesticado en el sur de Europa durante más de dos milenios. Las semillas antiguas encontradas en sitios arqueológicos atestiguan el hecho de que las personas han recolectado manzanas silvestres en Europa y Asia occidental durante más de diez mil años.

A pesar de tal conocimiento, el proceso de domesticación de esta fruta popular no estaba claro. Un estudio realizado por Robert Spengler del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia de la Humanidad (Alemania) traza la historia de la manzana desde sus orígenes salvajes, señalando que fue originalmente propagada por la antigua megafauna y luego como un proceso de comercio a lo largo de la Ruta de la Seda.

En el libro de Spengler titulado ‘Fruit from the Sands’, escribió que la manzana tiene una profunda conexión con la Ruta de la Seda y que gran parte del material genético de la manzana moderna se originó en las antiguas rutas comerciales en las montañas Tien Shan de Kazajstán. Este proceso provocó los eventos de hibridación que dieron lugar a las grandes frutas rojas dulces en el mercado actual.

Más información en el Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana.

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