En 2019 se publicó un estudio que evidenciaba la conexión existente entre la oposición a los alimentos modificados genéticamente con la falta de conocimientos sobre el tema. Conclusiones que reafirma un reciente estudio chino en el que se ha visto lo mismo, que la oposición extrema a la biotecnología agroalimentaria está asociada con bajos niveles de conocimientos sobre este aspecto.

Investigadores de diferentes universidades chinas en Wuhan, Guangzhou y Shanghai realizaron una réplica conceptual del estudio estadounidense con usuarios chinos que fueron encuestados de forma digital. Su estudio tenía dos objetivos: primero, investigar el conocimiento y las actitudes de los opositores extremos a los alimentos transgénicos y otras aplicaciones de la ingeniería genética; y segundo, examinar también los mismos factores de los partidarios extremos.

Los resultados mostraron un patrón similar para los opositores extremos a los alimentos transgénicos en China con el del estudio estadounidense de 2019. Además, también se observó el mismo patrón para los partidarios extremos de otras aplicaciones de la ingeniería genética. Más interesante aún, los investigadores encontraron que los chinos, en general, tienen actitudes negativas hacia los alimentos transgénicos pero una actitud positiva hacia otras aplicaciones de ingeniería genética. Los hallazgos pueden ayudar a identificar estrategias para impulsar la aceptación de los alimentos transgénicos en el país.

El estudio fue publicado por el Journal of Environmental Psychology.

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