Psicólogos y biólogos de la Universidad de Rochester (Estados Unidos), la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos) y la Universidad de Cardiff (Reino Unido) realizaron un estudio para responder a la siguiente pregunta: “¿Los consumidores comerían alimentos modificados genéticamente si comprendieran la ciencia que hay tras ellos?” El resultado de su estudio ha sido publicado en el Journal of Environmental Psychology y concluye que sí, que cuanto mayor es el conocimiento científico sobre biotecnología agroalimentaria mayor es la aceptación de sus productos.
Los investigadores exploraron diferentes factores que pueden afectar a la aceptación de los alimentos modificados genéticamente (MG). Encontraron que su conocimiento es el factor determinante más importante. De hecho, el conocimiento de los alimentos MG era 19 veces más alto que otros factores como el estatus socioeconómico, la raza, el nivel educativo, la edad y el género. También encontraron que el conocimiento específico sobre los alimentos MG es independiente del conocimiento científico general de una persona. El estudio se realizó inicialmente en Estados Unidos y luego se repitió en el Reino Unido y los Países Bajos.
En el estudio Estados Unidos, la encuesta se basó en un estudio de longitudinal de cinco semanas con 231 estudiantes universitarios a quienes se les enseñó ciencias básicas existentes tras la biotecnología agroalimentaria. Descubrieron que después de conocer las claves de los biotecnología agroalimentaria, los encuestados tenían actitudes más positivas hacia los alimentos MG, una mayor disposición a comerlos y una percepción más baja de los peligros infundados sobre los alimentos MG.
Podéis leer el artículo completo en la Universidad de Rochester y el artículo de investigación en el Journal of Environmental Psychology.
[…] En 2019 se publicó un estudio que evidenciaba la conexión existente entre la oposición a los alimentos modificados genéticamente con la falta de conocimientos sobre el tema. Conclusiones que reafirma un reciente estudio chino en el que se ha visto lo mismo, que la oposición extrema a la biotecnología agroalimentaria está asociada con bajos niveles de conocimientos sobre este aspecto. […]