En la tarde del lunes 19 de diciembre de 2022, la Alianza por la Agricultura Sostenible (ALAS) celebró un evento en el que se habló sobre las claves de la agricultura y el medio ambiente, sobre cómo el sector trabaja por realizar una actividad más sostenible cada día. Juan Ignacio Senovilla, Presidente de ALAS, recordaba que “estamos produciendo unos alimentos que nunca han sido de tanta calidad”. Remarcó que si a alguien le interesa que el campo siga siendo productivo es a al propio sector. “Queremos cuidar nuestras tierras, queremos hacer una agricultura sostenible, pero también queremos que salgan las cuentas”, explicó.
En su intervención habló del cambio climático, un factor que sufre todos los sectores agrarios desde hace años, con plagas nuevas que antes no se tenían, con cosechas que maduran antes de tiempo o que se pierden… Características extremas que siempre han existido pero que ahora tenemos todos los años.
“España es el laboratorio europeo del cambio climático. Cuando lleguen las condiciones climáticas de España al resto de Europa ya sabrán que hacer, y los agricultores españoles lo están descubriendo sin ayudas”, afirmó Senovilla, que recordó que pese a que “el cambio climático está en todas las conversaciones, no vemos que se esté trabajando con presupuestos”. Por eso los agricultores están trabajando con las empresas para encontrar soluciones, por ejemplo el desarrollo de variedades resistentes”:
SOSTENIBILIDAD AGRARIA
En esta línea, Manuel Lainez (Biotrends Consultoria Estratégica) resaltó que el sector agrario lleva muchos años trabajando en la sostenibilidad avanzando sin descanso. “Ha pasado de una agricultura casi de subsistencia, a incorporar la mecanización, después la mejora genética, luego herramientas agrarias como los fitosanitarios, consiguiendo un aumento importantísimo de la producción”. Y a partir de ahí ha llegado al eficiencia, la sostenibilidad y la digitalización.
Según Lainez el sector ha avanzado tomando como base el mercado, la tecnología y en los últimos años la legislación. Y puso varios ejemplos. Hablando del suelo, daba dados de cómo en España ha incrementado su concentración de carbono ogánico (salvo en los pastizales) mientras que ha reducido el ritmo de erosión del suelo. “Hay técnicas de cultivo que se van incorporando, como las cubiertas vegetales o la agricultura de conservación, beneficiando la conservación de los suelos”, explicó.
En el caso del agua los datos demuestran que la tendencia es ir consumiendo menos, con un uso del sector cada vez más preciso. Lo mismo que ocurre con el uso de los fitosanitarios, en los que las tecnologías están sustituyendo la química por otras herramientas como la lucha biológica o el control integrado de plagas.
Lainez habló también de la energía, un elemento que el sector agrario español cada vez consume menos, bastante por debajo que la media por hectárea del conjunto europeo. Aquí también tecnologías como las energías renovables están ayudando a esta reducción. Y concluyó resaltando una vez más el trabajo constante del sector para realizar una actividad más sostenible y adaptarse al cambio climático para seguir siendo productivos y respetando el medio ambiente.
