El VIB (instituto belga de investigación empresarial sin fines ánimo de lucro), en colaboración con el Instituto de Investigación de Agricultura, Pesca y Alimentación de Flandes (ILVO), ha presentado solicitudes para la realización de tres ensayos de campo de maíz editado genéticamente. Lo hace tras haber realizado pruebas en invernadero y demostrar que estas variedades son más resistentes al estrés climático y más fáciles de cultivar en condiciones extremas.
 
Utilizando la tecnología CRISPR-Cas9, los científicos pudieron comprender los procesos moleculares que impulsan el crecimiento y desarrollo de las plantas. El grupo de investigación trabaja para conseguir que el maíz sea resistente a la sequía prolongada. Descubrieron que apagar un componente estructural que ayuda al plegamiento del ADN conduce a un ADN menos compacto y, por lo tanto, más activo. Como resultado, las plantas de maíz muestran un mejor crecimiento en el invernadero cuando experimentan sequía.
 
Una de las pruebas de campo arrojará luz sobre si esta modificación genética también beneficia el crecimiento y el rendimiento en condiciones climáticas variables. Los períodos prolongados de calor, el aumento de la exposición a los rayos UV y los metales contaminantes provocan daños en el ADN de las plantas. Otra de las pruebas de campo probará si la falta de un regulador negativo del ciclo celular hace que las plantas de maíz sean más resistentes al daño del ADN relacionado con el estrés ambiental. La tercera y última prueba de campo investigará si las plantas con cantidades más bajas de lignina también se desenvolverán bien en el campo y si la reducción coincide con efectos negativos, como una mayor sensibilidad a los vientos fuertes.
 
Gracias a la nueva técnica de edición de genes CRISPR-Cas9, el material genético de la planta se puede modificar con gran precisión. Es importante examinar el efecto de los cambios genéticos en el ciclo de vida de la planta. Al hacerlo, se simulan condiciones normales y de estrés en el invernadero mientras se monitorea el desarrollo de la planta. Si bien los hallazgos del invernadero representan las capacidades de crecimiento de una planta, una prueba de campo brinda una imagen más completa de la resistencia de las plantas modificadas cuando se exponen a las condiciones climáticas reales.

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