Los países de la Unión Europea (UE) no hay conseguido una mayoría de votos “ni a favor ni en contra” de una propuesta para obligar a Francia y a Grecia a que levanten el veto que aplican contra el cultivo de maíz transgénico en sus respectivos territorios, según informa EFEAGRO. Al no haber un voto mayoritario entre los países, este asunto deberá ser examinado por el Consejo de ministros de la UE.

Grecia prohíbe la venta de semillas del maíz MON810 desde enero de 2006, mientras que Francia vetó su cultivo en febrero de 2008. La Comisión Europea pidió a la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (AESA) que evaluara si ese evento modificado genéticamente era seguro, a lo que este organismo científico contestó que las salvaguardas de ambos países no se justificaban. Tras los informes de la AESA, Bruselas propuso a los expertos de la UE que instaran a Francia y Grecia a acabar con sus respectivas prohibiciones.

Esta votación ha estado precedida de una mayor expectación, porque la semana pasada el diario francés Le Figaro publicó un informe elaborado por la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de los Alimentos (AFSSA), que indicaba que el maíz Mon 810 no supone riesgos sanitarios.

Por su parte Europa Bio, la Asociación Europea de Bioindustrias, se ha mostrado satisfecha en un comunicado de prensa con el gran número de países de la UE que han defendido el actual modelo de aprobaciones de nuevos organismos modificados genéticamente. “La votación de hoy demuestra que cada vez hay más Estados miembros que apoyan los criterios de evaluación científica a la hora de aprobar nuevos eventos biotecnológicos, y que también escuchan la voz de los agricultores que están interesados en aplicar las nuevas tecnologías a sus explotaciones”, comenta Nathalie Moll, directora ejecutiva de Agrobiotecnología de Europa Bio.

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