Durante los ataques de patógenos, las plantas activan una cascada de señalización molecular para poner a funcionar sus mecanismos de defensa, uno de los cuales implica sacrificar células huésped del patógeno. Este proceso es conocido como respuesta de muerte celular y asegura que solo mueran unas pocas células huésped. Los tomates usan este mecanismo cuando son atacados por un patógeno bacteriano conocido como Pseudomonas syringae, que causa la enfermedad de la mota.

Ahora, en un estudio reciente del Instituto Boyce Thompson (Nueva York, Estados Unidos), los científicos introdujeron una proteína, llamada Mai1, que juega un papel en este eslabón perdido. Descubrieron que cuando se silencia la expresión de Mai1, las plantas ya no pueden defenderse contra los patógenos utilizando la respuesta de muerte celular. Como resultado, estas plantas fueron más susceptibles a la infección bacteriana.

 La investigación sugiere que Mai1 tiene un papel central en la inmunidad que probablemente no pueda ser sustituido por otras proteínas. “Nuestra identificación de la proteína Mai1 como un regulador central de la inmunidad en el tomate ha avanzado nuestra comprensión de los mecanismos de señalización de las plantas, y también tiene implicaciones para la mejora genética potencial de los cultivos que aún no se han explorado”, dice Sarah Refi Hind, profesora asistente en el Departamento de Ciencias de Cultivos de la Universidad de Illinois y coautora del artículo. “Estoy particularmente orgullosa del trabajo que presentamos en este documento, ya que incluye la investigación de tres estudiantes universitarios talentosos y destaca la importancia de incluir estudiantes universitarios en proyectos de investigación”.

Esta investigación también mostró que el silenciamiento de Mai1 atrofió las plantas, dejándolas con hojas quebradizas y una mayor sensibilidad al estrés leve, incluida la aplicación de pesticidas. Esto muestra aún más la importancia de Mai1, lo que sugiere que la proteína también podría estar involucrada tanto en la inmunidad como en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Más información en el artículo de Crop Sciences de la Universidad de Illinois y el artículo de investigación en Molecular Plant-Microbiome Interactions.

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