Los investigadores han diseñado la base de un nuevo sistema para producir hidrógeno a escala industrial utilizando microbios. El sistema, que afirman que es más respetuoso con el medio ambiente que los métodos actuales de producción, utiliza levadura y la bacteria Escherichia coli para crear el hidrógeno.

El hidrógeno ha sido promocionado durante mucho tiempo como una fuente renovable para sustituir a los combustibles fósiles. Se identifica como un elemento clave a medio y largo plazo en materia de energía en virtud de la opción del Plan Estratégico Europeo de Energía de la Comisión Europea.

Esta energía es más densa que otros combustibles y su utilización en pilas es más eficiente que los motores de combustión. Cuando se utiliza no genera emisiones. Las pilas de combustible de hidrógeno pueden ser utilizadas también para poder calentar los hogares y automóviles.

Si bien una serie de diferentes tecnologías se están desarrollando para la producción de hidrógeno, muchos procesos comerciales actualmente utilizan el gas natural o carbón, lo que significa que no sería sostenible a largo plazo.

SISTEMAS BIOLÓGICOS

Un enfoque más limpio en esta producción es el reparto de agua para producir hidrógeno y oxígeno, usando la electricidad procedente de fuentes renovables como la solar o la eólica. Sin embargo, las tecnologías actuales para el reparto de agua son caras y la eficacia global de la producción de hidrógeno a través de esta ruta es baja.

El aprovechamiento de los sistemas biológicos a escala industrial para la producción de hidrógeno representa una alternativa atractiva. Muchos microbios producen naturalmente hidrógeno, ya sea mediante la fotosíntesis o de la fermentación. Por esta razón, los investigadores a menudo se centran en la optimización de la producción de estos organismos.

Sin embargo, este nuevo estudio toma un enfoque diferente mediante la modificación de un microbio que se utiliza comúnmente en los procesos de fermentación industrial para que pueda ser usado para generar hidrógeno.

INVESTIGACIÓN

Los investigadores usaron Saccharomyces cerevisiae, también conocido como levadura de cerveza. Modificar genéticamente este microbio es más fácil que hacerlo con organismos menos estudiados. Para producir hidrógeno, los investigadores desarrollaron un proceso que une dos microbios, S. cerevisiae y E. colis. Cuando se les alimenta con azúcares, una versión modificada genéticamente de la levadura produce altos niveles de una substancia química llamada formiato, y que E. coli convierte en  hidrógeno.

Un proceso a escala industrial requiere un suministro abundante de azúcar para alimentar a la levadura. Los investigadores proponen que este proceda de la biomasa, es decir, de la materia vegetal  ya que el ácido puede ser aplicado a la biomasa para liberar los azúcares.

El método ha sido probado hasta ahora a pequeña escala en laboratorio y los autores reconocen que las mejoras son necesarias para aumentar el rendimiento del hidrógeno y comprender mejor el proceso. Sin embargo, una ventaja clave de este método es que produce etanol como producto, que también se puede utilizar como combustible. Una desventaja de este enfoque es que se produce hidrógeno que se mezcla con dióxido de carbono.

>> Comisión de las Comunidades Europeas. (2007). Plan Estratégico de Tecnología Energética (SET-Plan): Mapa de tecnología.

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