El Centro de Evaluación de Riesgos Ambientales (CERCA) ha publicado un documento en el que se propone un marco internacional para que las pruebas de campo con organismos modificados genéticamente (OMGs) puedan ser extrapoladas a países que mantienen las mismas condiciones climatológicas y ambientales que un país que ya ha realizado dicha evaluación científica.
El documento elaborado por el CERCA pone de manifiesto la ilógica que hay en que cada país esté obligado a hacer análisis sobre los posibles impactos ambientales de las plantas transgénicas incluso cuando se dispone de datos sobre dicho comportamiento gracias a los ensayos de campo realizados en otros países. La aceptación de los datos obtenidos en otros países sólo se realiza actualmente si se puede demostrar que la zona agro-climática donde se obtuvieron los datos originales son iguales a los del lugar de destino.
Un equipo de científicos de distintas disciplinas han desarrollado esta última idea y han creado un marco conceptual que permita que los órganos reguladores puedan hacer uso de los datos obtenidos ya en otros países del mundo en torno a la seguridad de los OMGs. El documento propone un marco conceptual que ofrece un proceso científico justificado que permite ver la relevancia y de los datos obtenidos en otros países.
El documento además promueve un enfoque estratégico para identificar ubicaciones similares que permitan que los datos de los ensayos de campo puedan ser usados en otros países y se adapten a sus jurisdicciones. Este nuevo marco permite ahorrar costes obteniendo datos ya obtenidos con anterioridad, redundancia de conocimiento que en el caso de la Unión Europea implica muchos gastos adicionales.
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