Investigadores del Centro John Innes (Reino Unido) han llevado a cabo las primeras pruebas de campo de la tecnología de edición genética  CRISPR-Cas9. Lo hacen tras el Brexit, después de que la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 2018 reclasificada los cultivos editados genéticamente como modificados genéticamente. Los investigadores estudiaron el papel del gen MYB28 en la regulación de los glucosinatos que se encuentran en las especies de Brassica.

El glucosinato es un compuesto orgánico responsable del sabor picante de las verduras crucíferas como el brócoli, el repollo y la coliflor. También promueve el control de la glucosa en sangre, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y tiene propiedades anticancerígenas. Para determinar el efecto de MYB28, los investigadores utilizaron CRISPR-Cas9 para eliminar el gen en el brócoli y encontraron una disminución en la acumulación de glucosinolatos y una regulación a la baja de los genes de glucosinolatos. El estudio de prueba de concepto demuestra el potencial de la tecnología de edición de genes para desarrollar mejores variedades de cultivos.

El gobierno del Reino Unido utilizará los resultados del estudio para determinar si se permiten los enfoques de edición de genes con fines de producción de alimentos siguiendo el consentimiento para las pruebas de campo otorgado por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA) y los comentarios para la publicación de el producto para la investigación del Comité Asesor de Liberaciones al Medio Ambiente (ACRE), ambos disponibles para revisión pública.

Más información en el comunicado de prensa del John Innes Center y el artículo de la revista The CRISPR Journal.

Compartir en redes sociales

Array