El Comisario Europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, ha defendido la posición de la Unión Europea como el segundo mayor importador de soja modificada genéticamente a nivel mundial. Mencionó que los argumentos de los críticos de la biotecnología contra la importación de piensos o alimentos modificados genéticamente en Europa son “alarmismos” y que responden “una teoría de la conspiración”. En la actualidad, la Unión Europea tiene aprobados numerosos cultivos transgénicos para alimentación y piensos, entre los que se incluyen maíz, algodón, soja, colza y remolacha azucarera.
Entre los críticos de la biotecnología se encuentran activistas del cambio climático e incluso algunos grupos agrícolas, que rechazan la importación de cultivos transgénicos de Brasil porque la plantación de estos cultivos ha reemplazado grandes extensiones de bosques tropicales. Vytenis Andriukaiti ha dejado claro que no se puede culpar a un cultivo de la deforestación, porque esa acción contra la naturaleza depende de la actividad del ser humano. “Si estás utilizando una agricultura industrial monocultural que está creando problemas, monopolizando el mercado con personas que luchan por tener más tierra y destruyendo la tierra, eso se debe a los humanos, no a la soja”, resaltó.
El comisionado defendió su posición de continuar la importación de cultivos transgénicos porque, además de que son seguros, la prohibición de los productos conduciría a una crisis económica en toda la Unión Europea. Vytenis Andriukaitis resalta que no se puede garantizar la comida diaria los hogares europeos si se cierran las puertas a las importaciones de transgénicos, si se hiciera se desencadenaría una “crisis social y económica inmediata”. Según el Observatorio del Mercado de Cultivos de la comisión, la Unión Europea actualmente importa alrededor de 14 millones de toneladas de soja al año como fuente de proteínas para alimentar a los animales, que incluyen: pollo; cerdos y ganado, así como para la producción de leche.
Recordemos que a día de hoy la Unión Europea permite la importación de más de 100 eventos transgénicos pero solo permite el cultivo de una variedad: el maíz Bt. Los agricultores europeos se han quejado en numerosas ocasiones de este sinsentido, que les impide cultivar variedades que después importamos de fuera.
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