Hoy se ha publicado un estudio titulado ‘Long term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize’ en la revista Food and Chemical Toxicology cuestionando la seguridad del maíz modificado genéticamente.

Según afirma la Asociación Europea de Bioindustrias (EuropaBio) en nota de prensa, la industria biotecnológica vegetal está comprometida con los estándares más altos de examen y seguridad sobre sus productos, y conviene recordarlo. A continuación se resumen todas esas cuestiones de seguridad respaldadas científicamente relativas a los alimentos y piensos biotecnológicos:

  • Este estudio no es el primero que ha evaluado los efectos en la salud a largo plazo de organismos modificados genéticamente (OMGs). Estudios anteriores avalados por la comunidad científica han usado roedores y otros animales sin que se haya encontrado efecto tóxico alguno. Su seguridad está respaldada por las Agencias nacionales, europeas e internacionales de la seguridad alimentaria.
  • Antes de la comercialización de cualquier OMGs se evalúa rigurosamente su seguridad. Los productos transgénicos aprobados se someten a rigurosos exámenes de seguridad por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), así como de las Agencias nacionales  en otras circunscripciones nacionales fuera de la UE.
  • El programa de investigación financiado por la Comisión Europea, que engloba 130 proyectos e incluye 500 grupos de investigación independientes, concluyó que “no hay, a fecha de hoy, pruebas científicas de que los OMGs tengan mayor riesgo para el medio ambiente ni para la seguridad respecto a los alimentos o piensos convencionales.
  • En Europa y en distintas partes del mundo, decenas de millones de animales de granja se alimentan con maíz y soja transgénica. Desde 1996 se han consumido más de 2 trillones de alimentos con ingredientes transgénicos en todo el mundo sin que se haya detectado ni un solo caso de riesgo para la salud humana o animal.
  • La Organización Mundial de la Salud ha afirmado que “no se ha demostrado ningún efecto sobre la salud de los seres humanos como resultado del consumo de dichos alimentos por parte de la población general en los países donde se han aprobado”.

Es necesario que los medios de comunicación y la sociedad conozcan qué hay detrás de los autores que publican estos estudios:

  • Algunos de los investigadores están asociados con grupos con fuertes campaña anti-transgénicos. La agencia Reuters han manifestado hoy que “estos estudios pueden hacer que otros expertos saquen conclusiones apresuradas” y han resaltado que en el caso que nos ocupa “el grupo de investigación no permitió que los periodistas buscaran comentarios externos antes de su publicación.” Por ello debería examinarse detenidamente la financiación de esta investigación, al igual que las motivaciones comerciales de las partes implicadas y de las personalidades políticas asociadas a dicho estudio.
  • Expertos de la Universidad de Cambridge han afirmado que “los autores del estudio no sugieren que los efectos sean causados por modificaciones genéticas” y que “existen pruebas claras que demuestran que la introducción de genes en cultivos, utilizando técnicas de modificación genética, originan cambios de menor importancia que la introducción de genes utilizando técnicas de cultivo convencionales”.
  • Un Catedrático de la Universidad de Edimburgo afirma que ésta es “una tendencia generalizada de los investigadores y de los grupos de financiación”.
  • El autor principal del estudio publicó previamente ciertos datos sobre el estudio de la alimentación de los animales, conclusiones que fueron rechazadas abiertamente por la comunidad científica.
  • En un comunicado de prensa de junio de 2007, la EFSA afirmó que “de acuerdo con una revisión y un análisis detallado y estadístico por parte del Grupo de Expertos de la EFSA, este nuevo análisis de datos no plantea duda alguna respecto a la seguridad”.
  • La EFSA manifestó también que ”el análisis estadístico realizado por los autores del estudio no tuvieron en cuenta consideraciones estadísticas importantes. Las hipótesis subrayan que la metodología utilizada por los autores condujeron a resultados engañosos. La EFSA considera que el estudio no presenta una justificación científica sólida para cuestionar la seguridad del maíz.”

>> La opinión de los científicos sobre los cultivos biotecnológicos <<

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