Los agricultores minoristas de Perú se muestran interesados en las variedades modificadas genéticamente (MG) de la patata, según se desprende de una encuesta realizada por Jasper Buijs y su equipo de científicos, pertenecientes al Centro Internacional de la Patata (CIP) del país sudamericano. Asimismo, los autores de este trabajo, englobado en un informe titulado Estudio Medioambiental de Seguridad, proponen que se desarrolle un esquema de segregación entre variedades, para separar las patatas convencionales de las transgénicas.

La producción de la patata en Perú está afectada por un gran número de pestes y enfermedades diversas, que minan los campos de cultivo e implican un empleo extensivo de productos fitosanitarios. Según la encuesta realizada por el equipo de Jasper Buijs, los agricultores peruanos consideran que el daño insecticida en la patata, sobre todo el gorgojo y la larva de tubo, suponen el mayor problema para cultivar patatas.

Jasper Buijs y sus colegas del Centro Internacional de la Patata de Perú han publicado recientemente un Estudio Medioambiental de Bioseguridad, donde encuestaron a los agricultores de las áreas peruanas de mayor producción de patatas, y utilizaron los datos para analizar asuntos importantes que rodean a la posible adopción de productos modificados genéticamente en el país. Según un comunicado remitido por este organismo, y recogido por la lista de distribución de noticias Agbioworld, se toma en consideración el tema acerca de “la adopción potencial y el manejo de la patata resistente a insectos en Perú” y las implicaciones de la ingeniería genética en el cultivo de la patata.

El estudio del CIP destaca que:

  • El 97% de los agricultores minoristas pagarían más por una variedad de patata resistente a insectos, aunque la mayoría lo compraría sólo una vez cada 2-4 años.
  • Los agricultores peruanos estarían dispuestos a pagar un suplemente de 50% del coste de la semilla para adquirir semillas de patata resistentes a insectos, que aun así incrementaría sus ganancias netas, al asumir que la resistencia a insectos es elevada y que el uso de fitosanitarios se reduce en gran medida.
  • El 55% de los agricultores subrayaron su preferencia por la patata resistente a plagas, por encima de las variedades que actualmente cultivan.
  • Sin embargo, el 68% no siempre cultivaría patatas resistentes a insectos, debido a que se muestran susceptibles hacia esta clase de variedades.
  • El 89% de los agricultores asegura que se abstendría de mezclar variedades convencionales con las transgénicas.

Según los autores, esta encuesta indica que los agricultores minoristas en Perú están interesados en las nuevas variedades y albergan una percepción positiva sobre las modificadad genéticamente. Proponen que se desarrolle un esquema de segregación entre variedades para separar patatas convencionales de las transgénicas.

Más información sobre el estudio:

Artículo completo: www.edpsciences.org\articles

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