El Consejo de Agricultura y Alimentación de la Unión Europea (UE) se reunió el pasado lunes para abordar la situación legislativa de los transgénicos. El debate, que fue impulsado por Holanda, plantea que existe un grave problema de abastecimiento de materia prima a nivel europeo y que para ello es conveniente “mejorar” y facilitar las importaciones de transgénicos.
En este contexto, la propuesta resalta que pese a esta demanda se debe “respetar” en todo momento a los países que limitan el acceso a los transgénicos, por lo que se ha apostado por que los Estados Miembros tengan mayor libertad para el permiso o no del cultivo en su territorio.
El planteamento holandés ha sido apoyado por Luxemburgo, Austria, Finlandia, Alemania, Polonia, Chipre, Rumanía, Hungría y Francia. Algunos de ellos, como Austria o Francia aplican actualmente salvaguardas contra transgénicos.
Por el contrario, España, Estonia y Portugal se han opuesto a la sugerencia holandesa y ha abogado por permitir el acceso a la biotecnología. Por su parte, Italia ha rechazado que se “renacionalicen” las decisiones sobre la permisividad o no de transgénicos en cada país.
La Comisión, sin embargo, ha mostrado resistencia a abrir el debate sobre la delegación de la aprobación de cultivo de transgénicos a cada Estado miembro. Androulla Vassilliou, Comisionario de Salud, explicó que el actual marco legal es completamente exhaustivo.
Además, recordó que el pasado mes de diciembre los ministros de Medio Ambiente votaron por unanimidad reforzar el sistema existente, por lo que no hay mandato de renacionalización de la política de cultivo.
La Comisión dice tomar nota de la posición expresada por Holanda, que será reflejada en el informe anual sobre el impacto socio-económico de la liberación de transgénicos en el medio ambiente. Este documento será presentado al Consejo de Medio Ambiente en junio de 2010.

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