Francisco Garcia Olmedo transgenicos ecologismo

El Profesor Francisco García Olmedo cerró ayer en Madrid el ciclo de charlas ‘Genes, Plantas y Alimentos’ del Colegio Libre de Eméritos con ‘Una Revolución Pendiente’, una ponencia en la que se analizaron los retos que el sector agrario y alimentario aún tienen por delante. En su intervención abordó mucho temas entre los que se encontró la biotecnología agraria, una realidad mundial a la que la Unión Europea sigue manteniendo una “oposición ideológica” con una postura “ridícula” al considerar que los transgénicos no están aquí para quedarse.

Preguntado por la seguridad de la soja transgénica, Francisco García Olmedo reconoció que ésta “incomparablemente mejor que la convencional” ya que tiene muchas ventajas para el agricultor en el cultivo, para lo que fue diseñada. En cuanto al producto, soja de misma calidad y seguridad que la convencional. “En el único sitio donde se siente miedo por los transgénicos es en la Unión Europea y es por cuestiones ideológicas“, resaltó.

“Si hubiera habido la centésima parte de problemas de seguridad que han tenido los cultivos ecológicos los transgénicos habrían desaparecido por completo”, reconoció Francisco García Olmedo. Y es que desde su punto de vista la producción ecológica es la gran mentira del momento ya que “no son ni más sabrosos ni más nutritivos (…) es imposible distinguir en un laboratorio un producto ecológico de otro que no lo sea”.

Francisco Garcia Olmedo colegio libre de emeritos

Unos alimentos con mayores riesgos alimentarios, con menores rendimientos que son menos respetuosos con el medio ambiente que el resto de modelos agrarios ya que sus rendimientos son menores. “Si queremos que no se sigan talando bosques habrá que tener una agricultura más productiva (…) la mayor agresión de la agricultura al medio ambiente es la invasión de suelo natural”.

Sobre los retos agrarios y alimentarios futuros, Francisco García Olmedo resaltó la crisis alimentaria a la que nos enfrentamos, una situación en la que influyen factores como el precio del petróleo, las bajas reservas de alimentos, el incremento del número de habitantes y el consumo per cápita, los biocombustibles, el estrés por el cambio climático, la falta de inversión en innovación o que el crecimiento de la población sea mayor que el de la producción.

Las producciones han crecido, la pobreza absoluta ha decrecido mínimamente pero aún hay mucho camino por recorrer. “Quien dice que hay alimentos para todos no sabe lo que está diciendo (…) hay que atender a los pequeños agricultores, es el sector clave para incrementar la producción”, señaló.

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