Más de un centenar de científicos y empresarios de varios países europeos participan en Zaragoza en unas jornadas sobre biotecnología con el objetivo de analizar las formas de transferir la investigación en este campo a la producción de alimentos, para que éstos sean de más calidad y más seguros, según informa EfeAgro.

El Parque Científico Tecnológico aragonés de la Cartuja del Aula Dei, en Zaragoza, acoge este encuentro científico sobre un sector emergente, la biotecnología, y su aplicación al campo de la investigación agroalimentaria con el fin de lograr una diversificación de productos con nuevas oportunidades de negocio.

El presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, ha inaugurado este foro, tras lo que mostró su deseo de que se cumpla el objetivo de que la investigación que se desarrolla en el centro se aplique, sirva para mejorar la producción y la productividad de las empresas agroalimentarias y para que el consumidor obtenga garantías de que lo que come es lo mejor y lo más seguro.

La biotecnología investiga acerca de cómo los organismos vivos de vegetales pueden modificar, mejorar o crear productos agroalimentarios, de una forma muy ligada a la nutrición.

Así, en las jornadas se debatirá sobre el material vegetal y las frutas, las industrias fermentativas, el sector oléico, la panificación, los lácteos o la producción animal y cómo las investigaciones sobre estos asuntos que se desarrollan en parques tecnológicos de Holanda, Italia, Portugal y Francia, además de en Aula Dei, pueden influir en estos sectores agroalimentarios.

En la inauguración, Iglesias recordó que España es el cuarto país de la Unión Europea (UE) en el campo de la biotecnología aplicada. En el periodo 2000-2006 el número de empresas creció un 166 por ciento y el número de empleados el 750 por ciento. Y en Aragón la apuesta por la innovación agroalimentaria ha dado ya, según Iglesias, los primeros frutos y ha permitido conseguir empresas “altamente competitivas”.

La sociedad, explicó el presidente, es “consciente” de que debe ofrecer “libertad para investigar” y recursos, pero demanda, en contrapartida, nuevos conocimientos y una actitud crítica.

Iglesias se remitió al científico aragonés Ramón y Cajal para decir que “la fábrica debe vivir en íntima comunión con el laboratorio”. El Gobierno de Aragón va a empezar a construir en el campus de Aula Dei un nuevo edificio que, con una inversión de once millones de euros, reunirá a todos quienes investigan en él.

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