Un estudio realizado por científicos de 21 instituciones de investigación de todo el mundo ha completado con éxito la secuenciación de 429 líneas de garbanzo de 45 países, identificando genes que podrían ayudar a desarrollar garbanzos resistentes a la sequía y al calor. El estudio ha estado dirigido por el ICRISAT (Instituto Internacional de Investigación de Cultivos para los Trópicos Semiáridos) y el BGI-Shenzen.
El investigador principal, Rajeev Varshney, explicó que el equipo ha identificado genes como REN1, β-1, 3-glucanasa y REF6 que pueden ayudar a los cultivos a tolerar temperaturas de hasta 38 grados centígrados y producir mayores rendimientos. Los estudios de asociación del genoma identificaron 262 marcadores y varios genes candidatos para 13 rasgos.
El estudio también hizo un seguimiento de los orígenes de los garbanzos, y confirma que el cultivo llegó a la India desde el Mediterráneo a través de Afganistán y que pudoe haber sido introducido de nuevo en los centros de origen primarios después de 200 años.
“Nuestro estudio indica que Etiopía es un centro secundario de diversidad y también traza una ruta de migración desde el Mediterráneo hacia Asia Central, y en paralelo desde Asia Central a África Oriental (Etiopía) y Asia Meridional (India)”, explicó Varshney. Los resultados publicados en Nature Genetics indican que más del 90% de los garbanzos se siembran en la India, donde se observó la mayor diversidad genética.
Más información en el ICRISAT y la Universidad de Australia Occidental.