La Agencia de Seguridad Alimentaria británica (FSA) ha anunciado la formación de un grupo independiente de información sobre modificación genética para acercar esta tecnología a los consumidores. La Agencia ha sido creada en respuesta a una solicitud del gobierno cuyo objetivo es propiciar el diálogo sobre la modificación genética con los ciudadanos.

“Este proyecto proporcionará una oportunidad para discutir con los consumidores la comprensión de los organismos modificados genéticamente (OMG) y lo que creo que puede aportar en términos de riesgos y beneficios”, dijo un portavoz de la FSA.

El profesor John Curtice, de la Universidad de Strathclyde ha sido nombrado presidente del grupo. Con una larga trayectoria en la investigación de las actitudes sociales y políticas, el Curtice es experto en el análisis de las opiniones de los consumidores.

La FSA explicó que el grupo de dirección se encargará de informar a los ciudadanos interesados en este tema sobre las distintas áreas de esta tecnología. Además, quieren complementar esta acción con un seminario a través de internet en el que los expertos den asesoramiento a los consumidores en línea.

Los portavoces de la FSA no se atrevieron a aventurarse en cómo ésta campaña puede influir en la política del gobierno acerca de los OMG. Lo que sí afirmaron es que la FSA será en todo momento transparente sobre el tema y mantendrán en todo momento informada a la gente a través de su página web con las noticias más actuales sobre mejora genética.

El gobierno está dispuesto a escuchar las actitudes de los consumidores hacia los OMG, y es que la propia industria alimentaria ya ha advertido de que en el futuro podría no ser capaz de mantener un suministro libre de OMGs.

A día de hoy los ingredientes convencionales cuestan sobre un 10 y un 20 por ciento más que sus equivalentes modificados genéticamente, y productos como la soja tienen una oferta muy baja. Esta situación empeorará en los próximos años.

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