En la actualidad, la prevención de micotoxinas en el maíz grano, es uno de los problemas de mayor relevancia en el sector cerealista. Las fumonisinas son un grupo de toxinas carcinogénicas, que se producen principalmente por un tipo de hongo, el Fusarium verticilloides y proliferatum, comúnmente asociado al maíz grano. El problema de la contaminación por estas micotoxinas debe ser afrontado en el campo, por lo que es necesario recurrir a una serie de medidas preventivas para garantizar un producto final seguro.

Tras una serie de pruebas experimentales en la región italiana del Valle del Po, donde se cultiva cerca del 95% del total del maíz italiano, se ha logrado una definición clara de un plan estratégico de ayuda a la toma de decisiones, basado en las condiciones que se presentan durante el ciclo de cultivo y que pretende satisfacer las necesidades del mundo agrícola.

El conjunto de las condiciones ambientales, cultivo y conservación son determinantes para la obtención de un grano de calidad. La mejor estrategia para garantizar un producto final con menor probabilidad de contaminación es la búsqueda de una serie de medidas preventivas eficaces. Los sistemas de ayuda a la toma de decisiones son un instrumento muy útil para poder controlar el proceso productivo, actualmente complejo por los requisitos impuestos por la Unión Europea: una alta calidad nutricional, sanitaria, productiva y tecnológica.

Las prácticas agronómicas son un factor importante para el control de una posible contaminación por fumonisinas. Éstas pueden influir directa o indirectamente en el desarrollo de los hongos y en consecuencia en la producción de toxinas. Algunas de las prácticas agronómicas más importantes son la época de siembra, su densidad, la fertilización nitrogenada o la fecha de cosecha.

Uno de los ejemplos más claros es la época de siembra. Una siembra anticipada es uno de los factores a seguir para mejorar la calidad de la producción, alcanzando ventajas productivas sin temor a una subida de los costes.

La utilización de una serie de pautas agronómicas destinadas a alcanzar un control del nivel de fumonisinas representa la primera línea de defensa para controlar una posible contaminación. No obstante, su aplicación podría ser ineficaz ya que no todos los factores que pueden darse son igualmente importantes y hay que tener en cuenta que pueden producirse interacciones entre estos factores.

La organización del proceso productivo depende de un largo proceso de toma de decisiones para el operador, que tiene que examinar constantemente las consecuencias de las decisiones en la productividad, seguridad y calidad del producto a la cosecha, por lo que en muchas ocasiones es de gran ayuda recurrir a un sistema de ayuda en la toma de decisiones, con el fin de alcanzar un uso más eficiente de los recursos económicos, técnicos y de cultivo.

La suma de los resultados conseguidos con distintas pruebas experimentales ha conseguido elaborar una tabla de evaluación de la exposición agronómica al riesgo de acumulación de fumonisinas. Ésta se expresa con un coeficiente de exposición, que no es mas que el resultado de una serie de consideraciones exclusivamente agronómicas.

Este sistema de evaluación permite clasificar los sistemas agronómicos en diferentes categorías de exposición: baja, media, alta o crítica. De este modo, es posible evaluar los posibles mercados de distribución del producto.

La tabla para la evaluación de la exposición agronómica al riesgo de fumonisinas ha sido pensada como una guía agronómica con el fin de dirigir las técnicas en campo en función de los estándares sanitarios que se quieren conseguir, y en consecuencia, en función del mercado al que se destinará la producción.

De este modo, tanto la evaluación como el seguimiento de un sistema de ayuda a la toma de decisiones son dos instrumentos de gran utilidad y eficacia.

Compartir en redes sociales

Array