Los productores europeos de porcino se enfrentan a una crisis sin precedentes: debido a la escasa disponibilidad de piensos, los precios del alimento para los cerdos han crecido en casi el 50% en los últimos meses. Este incremento no ha sido compensado por un aumento correspondiente del precio de la carne que, al contrario, ha disminuido en un 8% en un año. De momento, los productores están perdiendo hasta €35 por cerdo producido. Así lo refleja el texto enviado por la Comité de las Organizaciones Profesionales Agrarias de la UE y la Confederación General de las Cooperativas Agrarias de la UE.
Jean-Michel LEMÉTAYER, Presidente del COPA, y Gerrit VAN DIJK, Presidente de la COGECA, han declarado, “Habida cuenta de que la situación del mercado sigue siendo crítica, deben tomarse medidas urgentes. En su reunión del lunes, el Consejo debe garantizar que se tomen medidas suplementarias para permitir una mejor retribución de los productores.”
El COPA y la COGECA reconocen la utilización por la Comisión de los instrumentos de mercado existentes, a saber las restituciones a la exportación y el almacenamiento privado.
Consideran, sin embargo, que es necesario aumentar el importe de las restituciones a la
exportación y ampliar la lista de productos elegibles a nuevos productos. También son de la opinión de que la vuelta al mercado interno, a partir de marzo, de la carne actualmente almacenada en el marco de las medidas de almacenamiento privado, corre el riesgo de provocar una caída en picado de los precios de la carne.
Los 14 y 15 de febrero, los Presidentes de las organizaciones miembros del COPA y de la COGECA también destacaron la necesidad de encontrar una solución a los problemas de liquidez de los productores y de mejorar la disponibilidad de piensos. Solicitan el fomento de la producción vegetal, un debate sobre la posibilidad de autorizar la utilización de proteínas animales transformadas y la mejora del procedimiento europeo de autorización de los OGM utilizados en los piensos.
“De no hacer nada”, advirtió Jean-Michel LEMÉTAYER, “corremos el peligro de que hasta el 20% de los productores abandonen sus actividades en los próximos 6 a 10 meses. En cuyo caso, puede ser que ya no podamos asegurar a la sociedad la disponibilidad de carne de porcino a la que está acostumbrada. Esto resultaría en una subida vertiginosa de los precios a los consumidores.
