Hace unas semanas el Gobierno de Reino Unido reconocía su intención de desbloquear la edición genética para ayudar a sus agricultores, una declaración de intenciones tras el Brexit que la comunidad científica británica ha aplaudido vivamente, reconociendo que es el avance político más significativo en el mejoramiento de plantas del Reino Unido durante más de 20 años y considerándolo el primer paso hacia la reducción de barreras regulatorias innecesarias, sin base científicas, al uso de estas tecnologías.

El gobierno del Reino Unido planea adoptar un enfoque más científico y proporcionado para la regulación de las tecnologías genéticas, como la edición de genes, que aliviará la carga de los desarrolladores que realizan investigaciones con plantas y permitirá un cambio de política para excluir organismos con cambios genéticos que ocurren de forma natural o tradicional. Una iniciativa acogida con satisfacción por los científicos de todo el Reino Unido.

“La adopción de un enfoque de regulación más proporcionado y previsible abrirá mayores oportunidades para la colaboración en investigación internacional, la inversión interna y las exportaciones basadas en tecnología, lo que traerá un gran impulso para la ciencia del Reino Unido”, afirmó la profesora Helen Sang del Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo. “Considero que la intención del  Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido (DEFRA) de incentivar la innovación indica el camino para capturar los beneficios de esta tecnología, apoyando la innovación del Reino Unido en la agricultura futura y animal”, resaltó el profesor Bruce Whitelaw del Instituto Roslin.

Samantha Brooke, directora ejecutiva de la Sociedad Británica de Obtentores Vegetales (BSPB), afirmó en un comunicado que “esto ayudará a desarrollar alimentos más saludables y nutritivos y hará que los sistemas agrícolas sean más sostenibles frente al cambio climático”, y añadió que “envía una señal clara de que el Reino Unido está encaminado a una trayectoria más pro-innovación. Sin duda, impulsará las perspectivas de las empresas de fitomejoramiento, grandes y pequeñas, así como de los científicos del sector público, para seguir mejorando nuestros cultivos alimentarios en beneficio de la sociedad y el medio ambiente “. Entre las voces de la comunidad científica, algunos señalaron que aún queda mucho por hacer para optimizar por completo los beneficios de la edición genética.

“Dada la urgencia del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la seguridad alimentaria y el enorme potencial que tienen las tecnologías genéticas para el desarrollo de cultivos para la agricultura sostenible, este anuncio no llega lo suficientemente rápido. El gobierno debe presentar regulaciones modernas y proporcionadas para permitir la comercialización de productos editados genéticamente y brindar confianza al consumidor “, afirmó  Nicola Patron del Earlham Institute Quien enfatizó que “la eliminación de algunas de las barreras para el desarrollo de cultivos modificados genéticamente ayudará a los científicos del Reino Unido a progresar en su investigación, pero seguir evitando la aplicación comercial de su investigación corre el riesgo de privar a la ciencia de las plantas de la inversión crítica necesaria”, enfatizó.

Más información en el Instituto Roslin, BSPB y el Earlham Institute.

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