El conseller de Agricultura catalán, Joaquim Llena, ha afirmado que no es partidario de prohibir los productos transgénicos como solicita la organización Som lo que Sembrem, y ha apostado por “estudiar caso a caso” ya que “Cataluña es eminentemente ganadera y necesita de los transgénicos para alimentar a los animales con piensos”.

Así de rotundo se mostró ayer en una jornada sobre transgénicos organizada por el PSC en el Parlament, donde finalmente se decidirá si entra en proceso de tramitación la mencionada propuesta. En esta jornada, que se discutió en profundidad el tema de los organismos modificados genéticamente tanto en Cataluña como en el resto de España.

El conceller explicó que “hay componentes emocionales muy fuertes” en torno al debate sobre los productos transgénicos y aseguró que “no hay ninguna evidencia científica sobre posibles efectos perjudiciales en la salud humana”. A pesar de esto, la diputada socialista Caterina Mieras, ha afirmado que su grupo aún “no ha decidido su posición” respecto a la proposición representada por el colectivo Som lo que Sembrem.

Para David Bueno i Torrents, profesor del Departamento de Genética de la Universidad de Barcelona, la gran dificultad de este problema reside en la “complicación de establecer un diálogo sincero sobre unas mismas bases, ya que Som lo que Sembrem se está basando en argumentos de carácter emocional con terminología científica”.
Desde su punto de vista, el texto presentado por esta plataforma “carece del suficiente rigor científico, y espero que así lo valoren los parlamentarios en base a los informes científicos que han solicitado. Una prohibición como la propuesta coarta la libertad del ciudadano”. No obstante, resalta “la necesidad de una normativa clara de coexistencia agraria que garantice esta libertad de elección”.

Por su parte, el científico del Centro de Investigación Agrigenómica, Pere Arús, ha explicado que los transgénicos “son necesarios para hacer frente al aumento de la población mundial”, ha afirmado que “no es cierto que no exista suficiente información sobre el tema” y ha asegurado que “encontrar un científico contrario a los transgénicos es como buscar una aguja en un pajar”.

Estados Unidos es el principal productor de alimentos transgénicos del mundo, seguido a gran distancia por Argentina, Brasil y Canadá, los cultivos son principalmente de soja, maíz y algodón. Durante 2008 el número de agricultores biotecnológicos aumentó en 1,3 millones hasta alcanzar la cifra de 13,3 millones en 25 países de todo el mundo. Cabe destacar que el 90% de éstos eran agricultores pequeños y pobres de países en desarrollo. A nivel europeo, España se encuentra a la cabeza seguida por República Checa, Rumanía y Portugal.

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