La ganadora del premio de la Junta General del Principado de Asturias- Sociedad de Bioética en 2006, Leire Escajedo, asegura que el uso de la biotecnología en la producción alimentaria está asociado con la obtención de “alimentos seguros, sanos, equilibrados y variados” y que de ellos podrán beneficiarse personas que padecen carencias nutricionales o intolerancias a algunos alimentos convencionales. A su juicio, el consumidor debe recibir información “suficiente” y “adecuada” sobre los OMGs y, de esta forma, “tener espacio para decidir en libertad”.Por otra parte, Escajedo lamenta que los organismos modificados genéticamente se hayan podido convertir en “chivo expiatorio de todos los males del mundo, a pesar de que aún no han protagonizado ningún escándalo significativo”.

Leire Escajedo es profesora de Derecho Constitucional de la Universidad del País Vasco y obtuvo este galardón por su tesis Por un avance saludable y sostenible de la biotecnología. Se incorporó a la cátedra Interuniversitaria de Derecho y Genoma Humano en 1997, y aunque ha trabajado en otras cuestiones, se interesó desde entonces por los avances con implicaciones medioambientales y de salud pública. “Me atrajo la complejidad de la materia, que exige formarse en varias disciplinas, así como el hecho de que se tratase de una materia novedosa, en constante evolución, y con múltiples posibilidades de investigación científico-jurídica”, explica en una entrevista concedida a Antama.

Por ello, Escajedo se pregunta si las decisiones políticas y legislativas sobre los OMG se toman “con una información adecuada y suficiente, así como la medida en que dichas decisiones tienen o no el respaldo de la mayoría de los ciudadanos”. Asegura que “no tendría inconveniente” en comer un alimento modificado genéticamente porque “hoy por hoy no hay ningún otro alimento que se someta a evaluaciones de seguridad tan estrictas como los transgénicos”, y destaca que el V Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la UE asocia el uso de la moderna biotecnología “con la obtención de alimentos seguros, sanos, equilibrados y variados”. De ellos, asegura, se podrán beneficiar personas que tienen carencias nutricionales debido a alergias, o intolerancias a algunos alimentos convencionales.

Leire Escajedo se muestra partidaria de que el consumidor reciba información “suficiente” y “adecuada” para que se forme una idea respecto de los OMGs y sus posibilidades nutricionales concretas. “Con esa información, tiene que tener espacio para decidir en libertad”, pero considera que “hoy por hoy, los consumidores no estamos preparados para decidir con base a la información que nos proporcionan sobre los OMGs”.

En cuanto a la legislación, la profesora de Derecho Constitucional sostiene que “hay una diferencia abismal” entre lo que reflejan las leyes comunitarias y la situación real de estos productos en la UE , puesto que “cientos de documentos” recogen la importancia de fomentar el avance de la biotecnología, mientras que, por el contrario, el avance en Europa “está siendo zigzagueante y en algunos aspectos, prácticamente nulo”. Escajedo cita el ejemplo de Austria: “Dice que en su territorio no va a permitir este tipo de cultivos, y resulta que la Unión no hace nada. En cualquier otra materia, cuando un país ‘amenaza’ con incumplir la normativa comunitaria, que al final es fruto del consenso de todos, las autoridades le increpan inmediatamente”.

Finalmente asevera que incumplir la normativa implica una “quiebra a los principios sobre los cuales hemos construido la Unión ”, lo que contribuye a la polémica y desconfianza de los ciudadanos.

Más información y contacto:

Alejandro González de San Eustaquio

Fundación Antama

Tel: (91) 638-98-13

Correo electrónico: [email protected]

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