El diario económico portugués OJE (O Jornal Economico) publicaba la pasada semana una entrevista a Carlos Vicente, director de Biotecnología y Relaciones Corporativas en España, Portugal y Egipto de Monsanto, en la que se analizaba el papel de la biotecnología agraria ante la crisis alimentaria mundial. El responsable de la compañía de semillas apuesta por esta tecnología como una de las vías más importantes para lograr aumentar la producción mundial de alimentos en un 70% de aquí a 2050 y poder así asegurar el suministro alimenticio de los 9.300 millones de personas que habitarán el planeta dentro de 40 años.

“La tecnología no es la única solución, es sólo parte de dicha solución”, explica Carlos Vicente. Y es que la biotecnología agraria es una vía de respuesta vital ante la necesidad de aumentar la producción de materias primas agrícolas. “La India, gracias a los cultivos transgénicos, ha pasado de ser importador neto de algodón a ser el segundo productor mundial”, recuerda.

En cuanto a la seguridad de los transgénicos, Carlos Vicente quiso recordar que estos cultivos son los más seguros de todos ya que son los más estudiados. “En el caso de la Unión Europea, los controles son realizados caso por caso  por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), analizando hasta el ADN de la planta”, explica.

Para concluir, quiso recordar el rápido crecimiento de la biotecnología agraria sobre todo en los países en vías de desarrollo. En 2009 el 46% de la superficie cultivada con transgénicos estaba situada en los países más pobres del planeta. “El reto de producir alimentos, piensos y biocombustibles es enorme. Basta con saber que de 6.800 millones de personas que habitan el planeta, 5.500  viven en éstos países”, lo que convierte a estas regiones en el centro de actuación para las empresas biotecnológicas que comercializan semillas.

>> Entrevista completa pinchando aquí <<

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