La Agencia de Protección Ambiental (EPA) irlandesa ha dado su voto favorable a los ensayos de campo con patata modificada genéticamente resistente al tizón tardío. En los próximos cuatro años se sembrarán en Irlanda dos hectáreas con patata transgénica con el objetivo de evaluar cómo se comporta esta variedad en condiciones naturales y si los beneficios potenciales de reducción en el uso de fungicidas es real.

Según recoge AgroBio, la EPA ha afirmado que “los ensayos estarán sujetos a condiciones estrictas con un seguimiento periódico y su respectivo reporte a la Agencia”.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria de Irlanda, el Departamento de Agricultura y el Comité Consultivo Nacional de Organismos Modificados Genéticamente, así como 83 representaciones de las partes interesadas, fueron consultadas antes de que se tomara esta decisión.

Ya se han realizado ensayos de campo con esta variedad de patata transgénica en tres locaciones en los Países Bajos sin que haya presentado ningún efecto sobre la biodiversidad comparándola con los cultivos convencionales.  Las pruebas también se están llevando a cabo en Bélgica y en el Reino Unido.

Durante los ensayos que se realizarán en Irlanda también se evaluará el impacto de esta patata transgénica sobre la diversidad bacteriana, de los hongos y de los gusanos del suelo.

El tizón tardío es una enfermedad muy común en las patatas cultivadas en Irlanda. Algunos científicos la consideran la enfermedad de la patata más peligrosa debido a su veloz propagación en condiciones cálidas y húmedas. Normalmente se manifiesta con manchas oscuras en las puntas de las hojas y tallos de las plantas.

Con la patata transgénica resistente al tizón tardío se puede contribuir a la reducción de las pérdidas de los agricultores por esta enfermedad, practicando una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

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