Un equipo de investigación internacional dirigido por la Universidad Estatal de Oregón (Estados Unidos) ha informado de que el eucalipto, un árbol de hoja perenne resistente a las plagas que es valorado para la obtención de madera, puede modificarse genéticamente para no reproducirse sexualmente, un paso clave para evitar que el árbol invada los ecosistemas nativos.

Los investigadores utilizaron la técnica de edición de genes CRISPR-Cas9 para eliminar LEAFY, el gen maestro detrás de la formación de flores. El estudio de invernadero involucró un híbrido de dos especies, Eucalyptus grandis y E. urophylla, que se planta ampliamente en el hemisferio sur. Según los investigadores, el 7% de los bosques del mundo son plantaciones y el 25% de esa área contiene especies e híbridos no nativos.

El eucalipto es uno de los géneros de árboles forestales más plantados. Solo en Brasil hay 5,7 millones de hectáreas de eucalipto, en China son 4,5 millones de hectáreas y en India casi 4 millones de hectáreas. Los investigadores señalan que esas plantaciones pueden llevar a una mezcla indeseable con ecosistemas nativos. Y resaltan que eliminar la capacidad de esos árboles para reproducirse sexualmente sería una forma eficaz de reducir en gran medida el potencial de propagación invasiva en áreas donde se considera un problema ecológico o económico importante.

Más información en la Universidad Estatal de Oregón.

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