Los debates de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) de 2022 en Sharm El-Sheikh, Egipto, han destacado la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Así, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) buscó en su experiencia y en sus conocimientos para iniciar acciones sobre cómo los sistemas agroalimentarios podrían modificarse y contribuir a la mitigación del cambio climático.

Un informe sobre el cambio climático de la ONU muestra que, si bien las emisiones se están reduciendo, no lo hacen lo suficientemente rápido como para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados para fines de siglo, en línea con el objetivo del Acuerdo de París de 2015. Y si el mundo no puede lograr esto, los peores impactos del cambio climático, como sequías severas, olas de calor e inundaciones, solo empeorarán y serán más frecuentes.

Esto en un contexto donde los eventos climáticos extremos, junto con las tensiones geopolíticas y la pandemia del COVID-19 han llevado a una mayor inseguridad alimentaria, desnutrición y pobreza. La demanda mundial de alimentos, piensos, combustibles y fibras está aumentando, y se estima que el mundo necesitará un 5 % más de alimentos para 2050 para alimentar a la creciente población mundial.

Actualmente, unos 828 millones de personas se enfrentan al hambre y un tercio de la población mundial, 2.300 millones de personas, no tienen acceso a una alimentación adecuada. Aunque los sistemas agroalimentarios contribuyen y se ven afectados por los impactos de la crisis climática, la degradación de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad, también son parte de las soluciones.

En la COP27, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) buscaba utilizar sus conocimientos y experiencia para liderar debates sobre cómo los sistemas agroalimentarios podrían transformarse a través de soluciones innovadoras y, por lo tanto, desempeñar un papel crucial en la mitigación del cambio climático. Según Zitouni Ould-Dada, subdirector de la división de Clima y Medio Ambiente de la FAO, la FAO formó parte de cuatro iniciativas lanzadas por la Presidencia egipcia en la COP27 importantísimas en esta materia. Son las siguientes:

  • Transformación Sostenible de la Agricultura y la Alimentación (FAST) destinada a apoyar la acción climática en los sistemas agroalimentarios.
  • Iniciativa sobre Acción Climática y Nutrición (I-CAN) para ayudar a los estados miembros a implementar políticas para mejorar el acceso a dietas nutritivas y saludables de sistemas alimentarios sostenibles.
  • Acción para la Adaptación y Resiliencia del Agua (AWARE) para abordar una mejor gestión del agua para la adaptación y resiliencia climática.
  • Gestión de residuos en África para tratar y reciclar al menos el 50% de los residuos sólidos producidos en África para 2050.

Aunque la financiación general para abordar los impactos del cambio climático ha aumentado en las últimas dos décadas, la proporción de financiación climática en los sectores de agricultura y uso de la tierra ha ido disminuyendo. Los sectores agrícolas continúan recibiendo solo una modesta parte de la financiación climática internacional, que ha disminuido proporcionalmente en las últimas dos décadas.

Más información en la página web de la FAO.

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