Con motivo de la mesa redonda ’40 años de Agricultura y Sector Agroalimentario’ organizada celebrada ayer en Sevilla organizada por el Instituto de Cuestiones Agrarias y Medioambientales (ICAM), expertos analizaron el papel de la innovación en la agricultura. José Ignacio Cubero Salmerón (Catedrático Emérito de mejora genética de la Universidad de Córdoba) y Silvia Cifre Wibrow (Responsable de Negocios Agro de BASF en España) examinaron el papel de la innovación en la agricultura española, cómo ha permitido a los agricultores a hacer frente a los retos productivos, manteniendo una actividad cada vez más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Y es que en los últimos 40 años se ha producido un impresionante desarrollo en el sector agrario, sobre todo en lo referente a productividad.

Silvia Cifre Wibrow contextualizaba recordando que la población mundial para 2050 alcanzará los 9,6 billones de personas, lo que exigirá incrementar la producción mundial de alimentos entre un 70% y un 100%. Un gran reto cuando a día de hoy es difícil incluso mantener la productividad de un año a otro. A este reto hay que sumarle que para 2050 el 66% de la población vivirá en ciudades, lo que implicará una mayor desconexión de las personas con la agricultura y sus condicionantes, pese a que la agricultura sea considerada un bien garantizado. El sector agrario sufrirá en los próximos años la presión de las necesidades energéticas, la aplicación agraria para la producción de energía, entrando en competencia con la agricultura destinada a la producción de alimentos.

Un tercer condicionante que tendrá la agricultura para 2050 es la limitación en el incremento de la superficie cultivable. “Hemos llegado al tope, la superficie que aún podría ser cultivada son zonas extremadamente áridas cuyo cultivo sería muy caro o zonas de indiscutible valor ambiental”, resaltaba. Ante todos estos retos, la innovación juega un papel clave para poder mantener un sector agrario competente y productivo. Silvia Cifre Wibrow reconocía que “la investigación y la innovación es el puente hacia el futuro”.

José Ignacio Cubero Salmerón situaba la ciencia y la tecnología como el pilar fundamental para la agricultura. Gracias a la innovación se han podido resolver los principales problemas agrarios a los que se ha enfrentado el sector hasta la fecha. “Siempre hemos necesitado innovación para avanzar. No hubo quejas cuando aparecieron nuevas herramientas como el arado o los abonos, y ahora son un instrumento más del sector”, explicaba. La investigación científica y la aplicación de los conocimientos es clave, sobre todo a la hora de enfrentarnos a retos como la dependencia de bienes finitos como son el suelo y el agua, recursos fundamentales para la actividad agraria.

En su exposición habló de los organismos modificados genéticamente (OMGs), una manera más de producir de forma más sostenible, con plantas que requieren menos agua y que sean capaces de producir más en menos superficie. En el debate sobre la biotecnología agraria, el experto destacaba la importancia de que no se mezcle ciencia con política, ya que científicamente la seguridad de los OMGs no alberga duda. “Tras 20 años de cultivos transgénicos no ha pasado absolutamente nada, el rechazo de la Unión Europea a esta tecnología haciendo perder oportunidades y poder tecnológico”, señalaba.

Junto con la ciencia y la tecnología, José Ignacio Cubero Salmerón señalaba dos pilares más de la agricultura: la educación y la información. El experto resaltaba la necesidad de que exista una enseñanza global que toque todas las pagas de la agricultura. Además, “el consumidor necesita información de calidad, por lo que es clave evitar la confusión y dar voz siempre a la ciencia.”

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