La piña se cultiva desde hace más de 6.000 años, una planta no sólo capaz de crecer en condiciones de sequía sino que además produce frutos jugosos ricos en agua. Este factor ha sido siempre un foco de estudio por parte de los investigadores, una característica que está empezando a ser descifrada gracias a la secuenciación del genoma de la piña. Investigadores de la Universidad de Illinois han descubierto datos clave sobre la fotosíntesis de la planta de la piña, esclareciendo así características comunes de las plantas capaces de crecer en condiciones de escasez de agua.
Los investigadores han encontrado que los antepasados de la piña se encuentran el sorgo y el arroz. Como muchas plantas, los antepasados de la piña experimentaron múltiples duplicaciones de sus genomas, lo que les permitió realizar un estudio retrospectivo para trazar detalladamente la historia evolutiva de la planta. El equipo científico descubrió que la piña utiliza un tipo de fotosíntesis llamado Crassulacean Acid Metabolism (CAM) mientras que la mayoría de las plantas realizan una fotosíntesis conocida como C3.
Se ha descubierto que las plantas con fotosíntesis CAM sólo necesitan el 20% del agua que requieren las plantas con fotosíntesis C3. Esto es lo que permite a las primeras crecer en tierras áridas y marginales que suelen ser inadecuadas para la germinación y crecimiento del resto de plantas.
El genoma de la piña ha revelado que algunos genes que contribuyen a la fotosíntesis CAM son regulados por los mismos genes que permiten a las plantas diferenciar entre el día y la noche y así ajustar su metabolismo en función del momento. Esta es la primera vez que científicos encuentran relación entre genes reguladores de la fotosíntesis y la regulación relativa a condiciones ambientales como el día y la noche.
[FUENTE: Illinois News Bureau]