Investigadores estadounidenses de la Universidad de Kansas han descubierto el mecanismo por el cual las malezas desarrollan resistencia al popular herbicida glifosato. El equipo de investigación descubrió cómo el Amaranthus palmeri (una especie de planta de flores comestibles en el género de amaranto) y la hierba común (Waterhemp) desarrollan resistencia al glifosato en tan poco tiempo.

Los científicos descubrieron que las plantas Amaranthus palmeri resistentes al glifosato llevan el gen diana del glifosato en cientos de copias. Tal es la resistencia que los investigadores afirman que si el agricultor aplicara una cantidad mucho más alta que la dosis recomendada de glifosato las plantas no serían eliminadas por completo. Los expertos observaron que además del gen diana cuentan con otros genes que escaparon de los cromosomas y formaron una estructura circular de ADN autorreplicante. Esta estructura se denomina ADN circular extracromosómico o eccDNA (por sus siglas en inglés).

Cada eccDNA tiene una copia del gen que produce una enzima que es el objetivo del glifosato. Debido a que hay cientos de eccDNA en cada célula, también hay una cantidad abundante de enzimas. Por lo tanto, la planta no se ve afectada por la aplicación de glifosato y la hierba es resistente al herbicida.

Mithila Jugulam, científica de malezas y coautora del estudio, afirma que “el glifosato tiene muchas buenas características como herbicida” pero que no se debe abusar de él porque no por ello se mejora la eficacia. Y recuerda que las estrategias de manejo de malas hierbas es clave para conseguir una actividad agrícola sostenible a través de un uso responsable de los recursos y una aplicación respetuosa de los herbicidas.

[FUENTE: K-State]

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