La Asociación Brasileña de Semillas y Plantas (ABRASEM) ha dado a conocer los resultados del estudio realizado por Celeres Ambiental en el que se evidencian y argumentan los beneficios sociales y ambientales de los cultivos transgénicos para la actividad agrícola brasileña. Los resultados son fruto del estudio de 396 propiedades durante cuatro campañas de siembra, llevando a cabo encuestas sobre los beneficios sociales, medioambientales y económicos de los cultivos transgénicos aprobados en Brasil (soja, maíz y algodón).

El caso del maíz transgénico destaca por su rápida adopción entre los agricultores brasileños. Sólo tres años después de su introducción en Brasil, el maíz transgénico sembrado representa el 57 por ciento del total, cifra que supone el 75 por ciento cuando nos referimos a las cosechas de invierno.

La rápida aceptación de los cultivos transgénicos entre los agricultores brasileños es debido a los importantes beneficios sociales y económicos que aportan estas semillas, que se han visto reforzados con importantes beneficios medioambientales. En la cosecha 2009/2010, el cultivo de semillas transgénicas logró el ahorro de 2.700 toneladas de ingredientes activos, el doble que la reducción lograda en la cosecha anterior (la primera en la que se plantaron híbridos transgénicos en el país).

En base a los resultados del análisis de las últimas campañas, el estudio realiza sus propias perspectivas de futuro para los próximos años cultivando semillas modificadas genéticamente.

Se estima que en los próximos diez años la adopción de maíz transgénico permitirá que 49,5 millones de hectáreas dejen de ser destinadas al cultivo sin que disminuya la producción. Se ahorrará el suficiente combustible como para llenar los depósitos de 465.000 vehículos diesel. Y más de 120 miles de toneladas de pesticidas dejarán de ser vertidos en los cultivos brasileños.

>> Resumen del informe en castellano en Sala Multimedia <<

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