El pasado 20 de Febrero el Observatorio de Seguridad Alimentaria y Cadena de Valor de FORO AGRARIO, en colaboración con CELALE y la Embajada de Alemania en España, organizaron una jornada sobre la innovación y desarrollo en la cadena de valor alimentario. Un evento en el que asistieron más de un centenar de asistentes y en el que se debatió sobre el presente y el futuro de la cadena de valor de los alimentos tanto en Alemania como en España.
El evento contó con las ponencias de Julián Briz Escribano (Coordinador del Observatorio de Cadena Alimentaria de Foro Agrario), José Ramón López Pardo (Secretaría de Agricultura y Alimentación del MAGRAMA), Joaquín Fuentes Pila (UPM), Federico Morais (Director del Departamento de Innovación y Tecnología del FIAB), Carmen Heidecke (Ministerio Federal de Economía y Energía de Alemania) y Kerstin Röhrich (VDI/VDE Innovación y Técnica, Berlín).
Las conclusiones más destacadas de la jornada son:
La demanda social obliga a la cadena alimentaria a realizar cambios y adaptaciones en el mercado, donde la innovación es la piedra angular para la estrategia competitiva empresarial.
Se necesita un plan de acción con visión global de toda la cadena alimentaria y una actuación local en los eslabones correspondientes. Esta estrategia glocal debe coordinarse en los sectores público y privado.
Algunas actuaciones erróneas y escándalos alimentarios puntuales han provocado una reticencia social a la aceptación de ciertas innovaciones.
El sistema agroalimentario está sometido a presiones de factores del entorno (de carácter externo), factores dominantes (de comportamiento) y factores de cambio (probables y emergentes como la reorganización de la cadena alimentaria).
Las innovaciones en la cadena alimentaria se centran en aspectos técnicos, organizativos (cadenas cortas y largas) y de gestión (privada, corporativa, caritativa y social)
Las tendencias de producción y consumo alimentario se han estabilizado en países desarrollados, mientras en los países emergentes y en desarrollo (Brasil, China, India, México) hay un dinamismo importante.
La innovación es esencial para la supervivencia empresarial. Las PYMES necesitan un esfuerzo adicional, tanto en innovaciones técnicas como en activos inmateriales y capital humano.
Las líneas I+D+i de la Administración Española sobre cadena alimentaria se centran en aspectos organizativos, nuevas estrategias comerciales, sostenibilidad, logística y mejora de gestión. Relevancia especial tiene la reciente Ley de la cadena alimentaria.
La tasa de éxito de la innovación alimentaria en las PYMES españolas fue del 11 por ciento en 2013. Hay una gran pérdida de recursos financieros y humanos, lo que obliga a una reestructuración profunda. En esta área, la orientación de “red de cadenas con innovación abierta” es un factor clave.
La cooperación en la innovación alimentaria puede ser horizontal (con competidores), vertical (con proveedores y clientes), diagonal (en mercados colindantes) y conglomerada (mercados muy distintos).
El Programa Central de Innovación para PYMES (ZIM), aplicado en Alemania, ha impulsado el crecimiento empresarial, la creación de empleo y ha mejorado la gestión, la cooperación y ha disminuido el riesgo.
El programa ZIM tiene acuerdos internacionales con diez países y, entre los efectos positivos, destacan múltiples proyectos internacionales I+D, el intercambio de ideas y nuevas relaciones comerciales.
El programa ZIM tiene como características las siguientes: 24.000 proyectos I+D aprobados, 11.500 PYMES financiadas, 6.200 millones € costos I+D, 3.200 milliones € de financiación, Importe medio de financiación: 128.000 €, Presupuesto 500 milliones € por año.
Las líneas de innovación del programa ZIM en la cadena alimentaria se centran en: salud, placer, lujo, valor-responsabilidad y conveniencia. Como elementos identificadores podemos señalar: La gran flexibilidad en las convocatorias que se hacen de forma continua; La apertura total en cuanto a temas propuestos sobre innovación; La rapidez en los procesos de recepción de la propuesta, comunicación de la aceptación y puesta en marcha; y la simplificación burocrática administrativa