Un equipo de investigación internacional dirigido por el Instituto alemán Leibniz de Genética Vegetal e Investigación de Plantas de Cultivo (IPK) ha identificado un gen que juega un papel decisivo en el desarrollo de las espigas de la cebada. Se ha descubierto que el gen COMPOSITUM1 (COM1) habría adquirido una nueva función durante los años de evolución de este cultivo.

El “meristemo de la espiguilla” (SM) juega un papel central durante el desarrollo de laespiga. Sin embargo, para hacer esto, las células destinadas a convertirse en SM deben alcanzar la identidad SM. Esto se logra, entre otras cosas, mediante la regulación genética. Naser Poursarebani, primer autor del estudio y descubridor del gen COM1, explica que el mutante de cebada COM1 está comprometido de manera que las células correspondientes no pueden percibir o convertir la señal de identidad SM. La transmisión de la señal no funciona correctamente, por lo que las células no pueden alcanzar su identidad celular correcta.

En la cebada, COM1 normalmente asegura que las células SM desarrollen espigas al influir en las propiedades de sus paredes celulares y, en última instancia, controlar el crecimiento celular. La contribución de COM1 a esta señal de identidad es también su función recién descubierta, que no se encuentra en otras gramíneas como arroz, maíz o sorgo. La función de la cebada COM1 es diferente de las especies de gramíneas mencionadas anteriormente, en las que el gen promueve la formación de ramas de inflorescencia.

Más información en el comunicado de prensa de IPK.

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