Desde que en el año 2003 fuera creado el Sistema de Alerta Rápida RASFF sobre seguridad alimentaria, ha recibido un total de 62 casos de alerta por presencia de micotoxinas en maíz. De éstos, un 69% se dieron en el maíz convencional, mientras que el 31% restante se dio en el maíz ecológico. Estos datos se desprenden de los archivos de la Unión Europea en los que, a día de hoy, todavía no se ha registrado ningún caso de alerta por presencia de micotoxinas en el maíz modificado genéticamente.

La fumonisinas son las micotoxinas más frecuentes en maíz y se generan en función de determinados factores climáticos como la humedad, viéndose incrementadas por la presencia de heridas en los granos, como las que causan las plagas de taladros. Según la Opinión Científica del Panel sobre contaminantes en la cadena alimentaria de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA ), la fumonisina B1 es carcinogénica en roedores y hay estudios in vivo que sugieren actividad como promotores de tumores.

En los estudios realizados por el Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensos (GENVCE), el 40% de las muestras obtenidas en el maíz convencional entre las campañas de 2004 y 2006 contenía valores de fumonisinas mayores a 2 ppm, cifra que no habría permitido la comercialización para alimento humano de acuerdo con el Reglamento CE nº 1881/2006, aunque posteriormente se aumentó la tolerancia hasta 4 ppm en el Reglamento CE nº 1126/2007.

En la campaña de 2007, el 32,2% de las muestras de maíz de variedades convencionales superaban estos límites, mientras que las relativas al maíz Bt sólo representaban el 4,5%. Las investigaciones realizadas a lo largo de los últimos años sobre estos niveles reflejan una disminución de micotoxinas en el maíz transgénico Bt, comparado con las variedades convencionales.

Similares resultados han sido obtenidos en al menos 288 evaluaciones en diferentes localidades de Fancia, Italia, Turquía, Argentina y Estados Unidos.

El Sistema de Alerta Rápida RASFF extiende su ámbito de aplicación tanto a los alimentos como a los piensos. En él participan los 27 Estados miembros de la Comisión Europea, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en calidad de miembro. El Sistema transmite a través de la red, y de forma inmediata, la información facilitada por los Estados sobre las medidas dirigidas a restringir la comercialización de alimentos o piensos, o a retirarlos del mercado.

Las notificaciones de alerta alimentaria, que se dan cuando se detecta un riesgo, precisan que todos los Estados emprendan medidas de forma inmediata. Durante 2007 la cifra de alertas alimentarias superaron en un 6% las de la temporada anterior, situándose la presencia de aflatoxinas B1 en frutos secos como la más común. La mayoría de las alertas son relativas a productos europeos, aunque una buena parte también de terceros países por presencia de microorganismos potencialmente patógenos, metales pesados o micotoxinas.

Food Safety list – Unión Europea

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