Arabidopsis thaliana es una planta importante, especialmente para los científicos que intentan comprender cómo crecen y se desarrollan las plantas. Se ha utilizado para la investigación durante décadas, y pese a que se podría esperar que su estructura estuviera completamente documentada un reciente estudio ha demostrado lo contrario. Científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) han identificado estructuras de plantas recientemente reportadas que se desarrollan en Arabidopsis de tipo salvaje como consecuencia del retraso en la floración en días cortos. 

Han sido bautizadas como CANTILS, llamadas así por su función en voladizo de sostener el tallo que lleva la flor.  Éstas se conectan al tallo en un extremo y cuelgan en el aire para sostener el tallo con flores, similar a la función de un voladizo en ingeniería estructural. Timothy Gookin, un investigador postdoctoral que trabaja en el Laboratorio Assmann de la Universidad Penn State, dijo que observó por primera vez los cantiles en 2008, pero que pensó que eran un artefacto de contaminación genética.

CANTILS eludió a los científicos durante tanto tiempo porque, en primer lugar, su aparición no es común. Solo se desarrollan bajo ciertas condiciones que hacen que la planta retrase la floración, como días cortos, y los cantiles solo se forman en el punto preciso en el que la planta comienza a florecer. Gookin también descubrió que algunas cepas populares de Arabidopsis tienen mutaciones genéticas que las hacen incapaces de producir cantiles en absoluto.

Más información en la Revista Smithsonian.

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