El gobierno chino usará los cultivos transgénicos para desarrollar la economía de las zonas rurales e incrementar los ingresos de los campesinos, reconoció el primer ministro Wen Jiabao en una entrevista con la revista “Science”.
Por primera vez, Wen mostró abiertamente su apoyo al crecimiento y uso comercial de los cultivos modificados transgénicamente, asegurando que la ciencia y la tecnología son “oportunidades” para el desarrollo.
“Abogo decididamente por hacer grandes esfuerzos en el campo de la ingeniería transgénica. Los recientes problemas de hambrunas en el mundo han fortalecido esta creencia”, declaró el primer ministro chino a la revista norteamericana.
En este sentido, Wen se alineó con Estados Unidos y criticó a los países europeos por erigir barreras comerciales contra los productos transgénicos. “No se debe mezclar los transgénicos con las barreras comerciales. Esto impide el desarrollo de la ciencia”, aseveró.
Wen recordó que la innovación agrícola es un objetivo del Partido Comunista de China (PCCh) y recordó que se debe apoyar a la ciencia que ayuda al desarrollo y bienestar de las personas.
“Debemos tener en cuenta todos los aspectos del desarrollo, es decir, tenemos que resolver todas las disparidades en el proceso de desarrollo del país: disparidad entre pobres y ricos, entre regiones y entre campo y ciudad”, expuso el primer ministro chino, que estudió geología.
Wen Jiabao dijo que los retos de un país como China, con 1.300 millones de habitantes, deben basarse en un crecimiento sostenible, pero aprovechando todas las fuentes posibles.
La entrevista se publica una semana después del tercer Plenario del Comité Permanente del PCCh, en el que se aprobó una importante reforma agraria, que permite a los campesinos chinos comerciar con los derechos de las tierras, en un intento de Pekín de intentar igualar el desarrollo de las zonas rurales con las prósperas metrópolis del país.
El Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (Isaaa, por sus siglas en inglés) reportó que la superficie mundial de cultivos transgénicos aumentó un 12% en 2007, hasta alcanzar 114,3 millones de hectáreas, con China, India y Brasil como principales productores.