Entre 2005 y el verano de 2008 el precio del trigo y el maíz se triplicó, y el precio del arroz aumentó cinco veces, situación que ha empujado a 75 millones de personas más a la pobreza. Esta situación es sólo la punta del iceberg de un problema mayor que se agrava cada vez más en todo el mundo: en la última década el mundo ha consumido más alimentos de los que ha producido. Después de años de trabajo en 2007 el mundo vio caer las reservas de alimentos a 61 días de consumo mundial, el segundo más bajo de la historia.
Así presenta Joel K. Bourne, en el número de junio del National Geographic, el reto cada vez más cercano y más agravado al que se enfrenta el mundo para dar alimento a una población en continuo crecimiento con una producción alimenticia estancada. “El crecimiento de la productividad agrícola es sólo uno a dos por ciento al año”, advirtió Joachim von Braun, director general del International Food Policy Research Institute en Washington. “Esto es demasiado bajo para satisfacer el crecimiento de la población y el aumento de la demanda”.
“Aunque los precios han caído con la implosión de la economía mundial, aún están cerca de niveles récord, y los problemas subyacentes como el aumento de la población, el crecimiento y el aplanamiento de rendimiento siguen siendo una realidad”, explica K. Bourne en el texto.
Un completo artículo de recomendada lectura que profundiza y analiza esta crítica situación aportando numerosos datos, analizando situaciones similares vividas anteriormente y presentando opciones de futuro con las herramientas con las que contamos a día de hoy.