Pese a que la Unión Europea cuenta con una de las legislaciones más duras del mundo hacia los organismos modificados genéticamente, a la hora de crear los billetes de la moneda única ha dejado sus reservas a un lado.

Mientras que otras monedas usan distintas composiciones, los billetes de euro están elaborados exclusivamente de algodón, materia que el Banco Central Europeo (BCE)  importa principalmente de Estados Unidos, país donde casi el 80% de los cultivos de algodón son transgénicos y donde no se separa el producto convencional del transgénico.

Así lo pone de manifiesto un artículo publicado recientemente por el diario británico The Times. El descubrimiento ha sido realizado por Klaus Ammann, investigador de la Universidad suiza de Berna, y Oliver Rautengerg, de la empresa alemana BioLinX.

“El BCE no tiene ningún procedimiento para averiguar el origen de las fibras que compra. Como resultado de ello, el algodón transgénico se encuentra en la gran mayoría de los billetes de euro y podría estar presente en todos ellos”, explican.

El BCE afirma que no podría decir si el material usado para fabricar los billetes es transgénico. “Compramos papel de la mejor calidad, hecho 100% de algodón, pero no estamos al tanto de los detalles concretos de las materias primas”, ha asegurado un portavoz de esta institución.

“El BCE no lo reconoce pero es inconcebible que no haya algodón transgénico en el euro importando algodón de Estados Unidos. La moneda única está genéticamente modificada,” afirmó el Dr. Ammann.

La mayoría del algodón transgénico contiene un gen de la bacteria Bacillus thuringiensis (más conocida por las siglas Bt), que permite que el algodón se defienda sólo de su plaga más peligrosa: el taladro. Esta modificación no entraña ningún riesgo para la salud humana ni para el medio ambiente, y tiene la ventaja de reducir las aplicaciones de insecticidas.

La Unión Europea exige que los alimentos que proceden de organismos modificados genéticamente estén etiquetados, sin embargo el algodón Bt (empleado sobre todo como fibra) no precisa ningún etiquetado como tampoco lo precisan los billetes de euro.

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